Cuando a los restauradores de automóviles les dan luz verde para modificar el objeto de sus esfuerzos puede haber resultados increíbles. Esta actividad, cada vez más aceptada por puristas y coleccionistas, ha sido bautizada en Estados Unidos con el nombre de restomod, que es el resultado de combinar las palabras restoration, o restauración, y modification, o modificación.
En fechas recientes les hablamos de la Ford F-100 Eluminator, una pickup F-100 de 1978 restaurada a la perfección y modificada por su fabricante no solo para lucir nueva y atractiva, sino con un nuevo tren motriz que la convierte en una pickup 100 por ciento eléctrica.
También vimos el Hyundai Grandeur eléctrico, un sedán de 1986 restaurado a la perfección con un exterior contemporáneo y futurista y una cabina digna de un costoso club nocturno de los ochenta. Este constituye el segundo modelo de la Heritage Series del fabricante coreano.
Pero esos dos ejemplos de restomod fueron llevados a cabo por los fabricantes de los modelos originales con recursos ilimitados. Y ese no es el caso de esta formidable Volvo TP21 de 1957, una camioneta todoterreno basada en un vehículo originalmente construido para el uso de los ejércitos sueco y belga entre 1953 y 1958.
La TP21 original estaba basada en el Volvo serie PV800, apodado en su país de origen como Sugga o “Cerda”, construida entre 1938 y 1958 para el mercado de taxis de Suecia, y en menor medida para su uso como ambulancia.
La camioneta original estaba equipada con un motor de seis cilindros en línea, de cabezales planos y 3.7 litros de desplazamiento capaz de generar 90 caballos de fuerza y una transmisión manual de cuatro velocidades. También contaban con un sistema de tracción en las cuatro ruedas basado en una caja de transferencia de dos velocidades y bloqueos de los diferenciales delanteros y traseros accionados por vacío.
Esta TP21 restomod fue dotada con un gigantesco motor V8 Chevrolet de 572 pulgadas cúbicas (9.4 l) que produce 620 caballos de fuerza y 650 libras-pie de torque, casi siete veces la potencia del motor original, acoplado a una transmisión automática de tres velocidades TH475 usualmente utilizada en camiones de trabajo pesado y casas rodantes.
Esta Cerda en particular también fue equipada con mejoras que la adaptan a los gustos del siglo XXI, como un sistema de navegación con pantalla táctil y aire acondicionado. En el área de entretenimiento, los pasajeros de la fila de asientos trasera consiguen un televisor LCD y una consola Playstation 4. Hay un segundo televisor LCD que solo es visible cuando se abre la tapa del maletero, el cual es ideal para camping o tailgating, y una gaveta con refrigeración debajo del maletero.
Al igual que la Ford F-100 Eluminator y el Hyundai Grandeur Heritage series, esta Volvo TP1 es un modelo único, pero a diferencia de la Ford y el Hyundai podrá ser adquirida por un miembro del público. Esta oportunidad única tendrá lugar en la próxima edición de la subasta anual de autos clásico de Barrett-Jackson, celebrada en la ciudad de Scottsdale, en el estado de Arizona, en enero de 2022. ¿Quién se anima?