No más estacionamientos caros. No más filas eternas. No más vuelos retrasados. No más bebés llorando.
Volvo se ha imaginado un futuro placentero, sin aeropuertos, en el que los viajes domésticos que hoy realizamos en avión serán reemplazados por traslados en primera clase, pero sin necesidad de elevarse, a bordo de vehículos guiados por inteligencia artificial. Al menos así se desprende del innovador conceptual 360c, recientemente presentado por el fabricante sueco, que arroja luces sobre cómo la tecnología reemplazará muchos vuelos nacionales de corta distancia.
Aunque se parece a un automóvil en el sentido estricto, ya que tiene luces, ruedas y defensas en ambos extremos, todo lo demás parece venido directamente del próximo siglo. Por ejemplo, su zona superior está elaborada casi completamente de vidrio tintado, para ofrecer a los pasajeros una vista sin obstáculos del exterior. Apenas es reconocible como un producto de Volvo, salvo por las claves de estilo muy específicas, como el panel trasero curvo, que crea una referencia visual con los actuales integrantes de la gama de la compañía, en especial los modelos XC40 y V90 Cross Country.
Volvo enfatiza que el 360c es autónomo y eléctrico, y ha sido diseñado para ser controlado por software el 100 por ciento de las veces, lo que significa que en su desplazamiento no habrá necesidad de volante, pedales, tablero ni menos de un humano. Su tren motriz eléctrico es más compacto en comparación a una unidad a gasolina, por lo que los diseñadores crearon una gran cantidad de espacio en una superficie bastante restringida. La fórmula dio origen a un interior modular, que se puede configurar como una sala de reuniones de alta tecnología, con un tablero de presentación controlado por movimiento, una confortable sala de estar con estantes de libros, un espacio de entretenimiento con un refrigerador de champaña incorporado o un acogedor dormitorio con un pequeño armario.
La última opción abre la posibilidad de viajar de la noche a la mañana en lugar de volar. Es posible que los usuarios se suban al automóvil, ingresen un destino a través del software y se queden dormidos hasta que lleguen. El 360c se maneja solo, de manera suave y silenciosa. Volvo agrega que incluso diseñó una manta de seguridad especial, que restringe el movimiento del ocupante, como un cinturón de seguridad de tres puntas, en caso de una colisión.
“La cabina para dormir le permite disfrutar de una comodidad superior, para hacer un viaje tranquilo durante la noche y despertarse renovado en su destino. Nos podría permitir competir con los principales fabricantes de aviones del mundo”, explicó en un comunicado el vicepresidente senior de estrategia corporativa de la empresa, Marten Levenstam.
Pero tampoco te equivoques: el 360c es una mirada de futuro al transporte de muy largo plazo. No será una alternativa de aquí a un año, porque hay todavía demasiadas preguntas legales y técnicas que responder antes de que un concepto como él se convierta en realidad. La tecnología avanza a un ritmo muy rápido, por lo que no es descabellado imaginar vehículos como el 360c transportando pasajeros en rutas cortas, como entre las ciudades de Nueva York y Washington DC, así como cubriendo la ruta entre Los Ángeles y San Diego.
La pregunta es cuándo. Volvo espera que su nuevo conceptual abra el debate. “No sabemos cuál será el futuro del impulso de los carros autónomos, pero sí podemos prever que tendrá un profundo impacto en cómo viajan las personas, cómo diseñamos nuestras ciudades y cómo usamos la infraestructura. Consideramos que el 360c es un tema de conversación, que pondrá ideas y respuestas sobre la mesa a medida de que vayamos obteniendo aprendizaje”, explicó Levenstam.
En particular, Volvo quiere discutir los tipos de interacción que los carros autoguiados deberían de tener con aquellos conducidos por personas. Al respecto, el 360c emite señales visuales y auditivas para informar a otros conductores y peatones sobre lo que está por hacer. La firma señala que la máquina deja en claro sus propias intenciones sin dar órdenes a otros vehículos manejados por inteligencia artificial o conductores humanos. Según investigaciones recientes, esa sería la forma más segura para que los automóviles robóticos se comuniquen con los demás usuarios en las vías públicas.