Ya en marzo, BMW daba a conocer el concepto de su Vision Next 100 para celebrar —justamente— su cumpleaños número 100, anunciando que el vehículo futurista sería sólo el primero de una serie de cuatro conceptos.
El Vision Next 100 de Rolls-Royce, llamado también 103EX ,es el primer prototipo del fabricante de automóviles de lujo que no presagia —al menos, directamente— un nuevo modelo de producción. Es un viaje futurista y de fantasía hecho por una de las mayores marcas “tradicionales” de la industria automotriz mundial.
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El Vision Next 100 de RR es aproximadamente del mismo tamaño que el Phantom actual, aunque se ve completamente diferente. A contracorriente de décadas precedentes en el diseño automotriz, las ruedas no parecen separas del cuerpo del auto, sino encerradas en habitáculos aerodinámicos. El propio cuerpo del auto tiene la forma de un casco de barco, y cuenta con una línea de techo mucho más elegante que cualquier otra que se podrá ver en un Rolls de producción. Si bien se ve futurista, el estilo también recuerda el diseño de los autos de antes de la Gran Guerra, especialmente en los detalles del guardabarros y los faros, que solían también estar separados del cuerpo.
Rolls parece un poco menos lejano en el tiempo con su Vision Next 100. La necesidad de que tener que agacharse para entrar en un automóvil es una incomodidad que los exclusivos clientes no deberían tener que soportar. Por ello, los diseñadores trataron de recrear la experiencia de un techo alto de un carruaje tirado por caballos. El techo está articulado en el lado del pasajero para crear un dosel, y se levanta al momento de abrirse la única puerta lateral. Con toda la dignidad del mundo, entras erguido al auto, y después simplemente te sientas.
Es evidente que este Vision Next 100 es incomparable cuando se trata de ayudar a sus pasajeros a sentirse cómodos y exclusivos. Rolls no ha entregado muchas especificaciones: se ha limitado a decir que el auto tendrá un sistema de propulsión de emisiones cero, y que será totalmente autónomo.
En lugar de un chofer humano, los pasajeros interactúan con «Eleanor», una asistente virtual que utiliza inteligencia artificial para hacer cosas como verificar horarios, planificar rutas, y —lo más importante— conducir el vehículo. El interior cuenta con los mismos materiales de alta calidad tradicionales en Rolls-Royce, incluyendo paneles de madera Macassar, y una banqueta tapizada en seda, aunque con un diseño minimalista. El único asiento está frente a una pantalla OLED, la cual se encarga de las funciones de información y entretenimiento.
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¿Es esto lo que los consumidores ricos del futuro van a querer? ¿O no tendrá absolutamente nada que ver con esto? A día de hoy, no hay cómo saberlo. Sólo el tiempo lo dirá.