Toyota anunció la llamada a revisión de otro 1.7 millón de vehículos en todo el mundo como parte del programa de reemplazo de las bolsas de aire Takata. Alrededor de 1,300,000 unidades afectas fueron comercializadas en Estados Unidos.
Se trata de un nuevo capítulo del mayor retiro que recuerde la industria automotriz en toda su historia, una pesadilla que ha involucrado a 19 fabricantes desde 2009. ¿El origen? Se descubrió que los infladores de los airbags entregados por el proveedor japonés Takata podían degradarse con el tiempo y, al activarse, lanzarían fragmentos afilados de metal hacia el rostro, cuello y torso de los ocupantes del vehículo, causando lesiones que incluso llegarían a ser mortales.
El último llamado a retiro contempla ejemplares fabricados entre 2010 y 2016, e incluye las variedades de Lexus –la marca de lujo de la casa nipona- ES 350, GX 460, IS 250C, IS 350C, IS 250, IS 350 e IS-F. La alerta también comprende a los modelos de Toyota como 4Runner, Corolla, Matrix y Sienna, Scion XB. Los detalles específicos sobre los automóviles involucrados se pueden encontrar en esta página web de Toyota.
El gigante asiático ha informado que los propietarios afectados recibirán una notificación directa de la retirada por correo de primera clase «u otros medios» a partir de finales de enero de 2019. El trabajo in situ se llevará a cabo de forma gratuita y debería de tomar alrededor de una hora para la mayoría de las unidades.
«Dependiendo del modelo del vehículo, los concesionarios Toyota y Lexus reemplazarán el inflador del airbag del pasajero delantero o el conjunto completo del airbag», dijo la compañía en un comunicado.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) ha descrito este proceso como el retiro de vehículos “más grande y complejo” que se haya registrado en Estados Unidos.
En los últimos días, Ford también anunció que estaba llamando a casi un millón de sus vehículos en todo el mundo para reemplazar las bolsas de aire potencialmente defectuosas fabricadas por la ahora desaparecida compañía.
El propulsor que infla las bolsas de aire de Takata puede dañarse más rápidamente en lugares que experimentan fluctuaciones extremas de temperatura y alta humedad absoluta.
La NHTSA ha confirmado que 15 personas han muerto a raíz de la activación de airbags Takata defectuosos, mientras que en el resto del mundo se contabilizan ocho casos fatales. Al menos 250 personas en Estados Unidos resultaron presuntamente heridas por la explosión de las fallidas bolsas.
La agencia espera que un total de 70 millones de infladores defectuosos hayan sido retirados por los 19 fabricantes afectados a finales de 2019, quedando aún pendientes de reemplazo otros 17 millones.