La victoria en la última batalla de Nürburgring pertenece a Alfa Romeo. El fabricante italiano hizo rodar su Stelvio Quadrifoglio en la pista de 12.9 millas en 7 minutos y 51.7 segundos, siendo —de momento— el SUV más rápido en hacerlo. Venció al SUV campeón anterior, el Porsche Cayenne Turbo S, por unos 8 segundos. Vale la pena señalar que cualquier registro por debajo de los 8 minutos se considera un número propio de supercar.
El Alfa Romeo Stelvio Quadrifoglio fue pilotado por Fabio Francia, un piloto de pruebas de Alfa Romeo que también consiguió una vuelta de 7 minutos y 32 segundos en la automotriz Giulia Quadrifoglio. Alfa dice que es un récord para un sedán modelo de producción. El Stelvio es esencialmente un Giulia con un cuerpo de SUV, por lo que las diferencias mecánicas entre los dos son bastante mínimas. En el caso de ambos modelos, el Quadrifoglio («trébol de cuatro hojas» en italiano, en referencia a la insignia de carreras de Alfa) es la versión de mayor rendimiento.
Una mirada debajo del capó muestra por qué no debiera extrañarnos demasiado que el Stelvio y el Giulia Quadrifoglio obtuvieran estos registros. Ambos carros llevan un motor V6 de 2.9 litros twinturbo derivado de Ferrari, el cual produce 505 caballos de fuerza y 443 libra-pie de torsión. El Stelvio Quadrifoglio envía ese poder a las cuatro ruedas, y lo hace pasar de 0 a 60 mph en 3.9 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 177 mph, de acuerdo con Alfa Romeo. No está nada mal para un vehículo que se supone que es un transporte “familiar”.
Aunque se puede admirar el rendimiento del Stelvio Quadrifoglio, en esta parte del mundo todavía no se puede comprar. Su venta en los EE.UU. no comienzan hasta principios de 2018, aunque el modelo “de base” menos extremo y los niveles de acabado de Stelvio Ti están ya en los concesionarios.
El récord de la vuelta de Nürburgring de Stelvio Quadrifoglio probablemente no perdurará por mucho tiempo. Porsche —casi seguramente— regresará a lo alto del podio con su Cayenne rediseñado de tercera generación, y el SUV Urus de Lamborghini todavía está esperando su turno. Alfa Romeo puede haber ganado esta batalla, pero la guerra por los derechos de presumir de rendimiento continuará.