Rivian tomó por asalto el Salón del Automóvil de Los Ángeles con sus dos primeros modelos: la camioneta R1T y la SUV de siete asientos R1S. Ambos son completamente eléctricos, están basados en el mismo chasis estilo monopatín y cuentan con impresionantes cifras de rendimiento.
Con sede en Plymouth, Michigan, la compañía afirma que sus vehículos ofrecerán hasta 400 millas (644 kilómetros) de autonomía y la capacidad de pasar de cero a 60 millas (97 kilómetros) por hora en 3.0 segundos, además de verdaderas habilidades fuera de la carretera.
Con el inicio de la producción proyectado para 2020 en una antigua planta de Mitsubishi en Normal, Illinois, la firma está lejos de ser la única que busca construir autos eléctricos, pero sí que se ha apartado de la mayoría, que apuesta por sedanes y crossovers de lujo.
Para descubrir por qué el novel fabricante decidió tomar ese camino, Stephen Edelstein, de Digital Trends, conversó con Rivian tiene en el LA Convention Center con su fundador y CEO, RJ Scaringe.
¿Cuánto tiempo pasó antes de esta pomposa aparición en el Salón de Los Ángeles?
Comenzamos la empresa en 2009. Inicialmente, trabajamos en un producto muy diferente. Lo desarrollamos durante un par de años, pero finalmente lo archivamos y lo cambiamos a fines de 2011. En los últimos siete años, nos hemos centrado 100 por ciento en el desarrollo de toda la tecnología, la construcción de la organización, la creación de la base de suministro y el uso de todo el capital. También compramos una planta.
El lanzamiento de un negocio como este requiere coordinar muchas piezas. Queríamos esperar para mostrar esto hasta que tuviéramos todo listo. Queríamos el equipo adecuado, que ya conforman 600 personas, y la cadena de suministro, integrado por varios cientos de proveedores. Compramos una planta, reunimos el capital, todo el respaldo financiero.
Una vez que tuvimos todas esas cosas, por supuesto, la tecnología ligada al vehículo debía ser probada. Lo que hemos mostrado acá es lo que los clientes recibirán a partir de poco menos de dos años.
¿Pertenecía al rubro automotriz ese primer producto que terminaron desechando?
Era un coupé, esencialmente un automóvil deportivo. Pero nos dimos cuenta de que no iba a tener el impacto que estábamos tratando de generar, pese a nuestra emoción interna. Quisimos, entonces, entrar en un espacio en torno a la aventura, las actividades al aire libre, y llevar equipo, mascotas, cosas. Elegimos la pickup y la SUV como plataforma para lanzar la marca.
Muchas nuevas empresas de automóviles eléctricos apuestan por vehículos de lujo orientados al rendimiento. Una vez que decidiste que no estabas interesado en eso, ¿cómo terminaron con los dos productos que hoy presentan?
Cualquier compañía, no solo Rivian, debería poder responder la pregunta de por qué existe, cuál es su razón de ser, por qué los clientes deberían preocuparse y por qué el planeta debería tener esta empresa.
Sentimos que la industria se enfocaba más en la forma que en el fondo. Eso significa, si trazas una analogía con la ropa, ser más Armani que Patagonia. Decidimos que queríamos centrarnos en lo más funcional, en cosas que tenían utilidad, que podían ensuciarse, que podían llevar a la familia. Luego comenzamos el largo proceso de definir cuál era este producto, desarrollar la tecnología y ponerlo todo junto.
Rivian utiliza una arquitectura de patineta, en la que todos los componentes mecánicos están reunidos en el chasis. ¿Qué hace que esto sea diferente de un diseño tradicional con bastidor?
Nuestro skateboard integra el sistema de batería, y tenemos una de hasta 180 kilovatios-hora, el tren motriz, que integra dos motores por eje, uno por rueda, lo que nos permite controlar el par de torsión en cada una con gran precisión, además de la suspensión.
Decidimos que queríamos centrarnos en lo más funcional, en cosas que tenían utilidad.
Este sistema nos ofrece una amplitud de rendimiento tanto en carretera como fuera de ella nunca antes visto. Con él, los vehículos se manejan como un sedán deportivo, dado el bajo centro de gravedad del sistema de batería, y fuera de ruta muestra todas sus capacidades.
Fijamos mecánicamente esa patineta a la parte superior del carro, gracias a lo cual nuestros vehículos son muy rígidos, a diferencia de una camioneta tradicional con bastidor.
Y pusimos todo el movimiento en la suspensión, lo que realmente nos ayuda desde el punto de vista de la calidad de conducción. La calidad de marcha es diferente a cualquier camioneta o SUV.
¿Cómo obtuvieron el control de par preciso en cada neumático?
Debido a que tenemos uno por rueda, cada motor tiene el control completo de esa rueda. Puede enviar todo el par de torsión en cualquier dirección instantáneamente. Al contrario de un diferencial mecánico, que envía mecánicamente el par de torsión de una rueda a otra, de adelante hacia atrás, nosotros lo hacemos digitalmente a través de la unidad de control.
¿Cómo piensan convencer de adoptar la energía eléctrica a los conductores de camionetas?
Para que las personas se interesen en algo nuevo, hay que demostrar que funciona. Tenemos que ser significativamente mejores que las alternativas. Eso significa que el rendimiento de los productos debe ser mejor, excelentes en la carretera y fuera de ella carretera, ser capaces de adaptarse y, al mismo tiempo, verse elegantes y sofisticados.
Tenemos un portafolio de vehículos que aprovechan la estructura de patineta.
Si hacemos todo eso bien, habrá interés y clientes. Esto atraerá la atención de las personas que quizás hoy opten por lo más tradicional, como Land Rover o Tesla.
¿Ya tienen un tercer modelo, quizá a un precio más bajo?
Tenemos un portafolio de vehículos que aprovechan la estructura de patineta. El tercer, cuarto y quinto modelos continuarán enfocándose en la aventura, combinando un alto nivel de rendimiento en carretera y fuera de ella, con un nivel muy alto de función y utilidad, con un alto nivel de usabilidad diaria.
¿De dónde viene el nombre Rivian?
Yo crecí en el condado de Río Indio (Indian River County), en Florida. El nombre es la combinación de las tres primeras letras de las palabras en inglés «río» (“river”) e «indio» (“indian”).