Manejamos la Mazda CX-5 por una semana y la encontramos muy cercana a la perfección aunque, por desgracia, se queda corta en un aspecto que es fundamental en cualquier vehículo del 2018.
Primero, queremos decir que es un placer manejar este Crossover de 178 caballos de fuerza. Tiene una trasmisión de 6 velocidades, y cuenta con unas líneas exteriores maravillosas. Los interiores son de un lujo exquisito, el modelo que conducimos tenía unos asientos de piel en color marfil que eran simplemente hermosos y además muy suaves al tacto.
La consola central es otro aspecto que le da una sensación de auto europeo, véase Audi, Mercedes Benz o BMW. Tiene un selector circular desde el cual, se maneja el infotainment, que realmente es muy versátil. No te preocupes si eres de los que prefiere tocar la pantalla, ya que también es táctil. Esa característica se vuelve muy útil cuando se tiene que ingresar una dirección en el navegador, por ejemplo.
Manejamos la versión más lujosa, la Gran Touring. Tenía tracción inteligente en las cuatro ruedas pero si vives en un lugar con clima estable, no es necesario comprar un auto con tracción 4X4. También cuenta con un modo Sport, que sinceramente encontramos que revolucionaba de sobremanera el motor, aunque no recomendamos poner este CX-5 en modo deportivo.
El espacio entre los asientos delanteros y traseros es otra cosa que imaginamos que sería mejor, teniendo en encuentra que la CX-5 es la versión media de las CUV de Mazda. La CX-9 es la más grande y una de mis favoritas, y la CX-3 es la más pequeña, aunque todavía no la hemos manejado.
El espacio de carga nos pareció de buen tamaño, suficiente para una vida semi activa y urbana al mismo tiempo. No abatimos los asientos traseros para tener una mejor opción del espacio de carga completo, pero nos pareció innecesario ya que consideramos que dicho volumen es espacioso.
¿Por qué entonces es la CUV casi perfecta? Notamos la falta de dos de los sistemas más populares de interfaz tecnológica: Android Auto y Apple CarPlay. No cuenta con ninguno de los dos, algo que nos parece inconcebible y sinceramente un factor importante para no comprar el vehículo, y si a ti no te importan estos dos sistemas de proyección de tu teléfono móvil, entonces es la CUV perfecta para ti.
Por otro lado, tiene la tecnología más avanzada en cuanto a seguridad se conoce, asistencia de carril, alerta de colisión, piloto automático adaptivo y control de luces altas, y como por ese lado no hay queja alguna, no podríamos pedir nada más.
El precio del Mazda CX-5 Gran Touring manejado es de $34,685 dólares esto incluye el cargo por trasportación al destino. Si deseas una opción más económica, el CX-5 tiene un precio inicial de $24,150 dólares, una opción que consideramos que debes agregar son los asientos de piel, ya que simplemente hacen que al auto se sienta lujoso.
Más allá de la gran falla tecnológica de Mazda al no incluir Android Auto y Apple CarPlay, sentimos que esta CUV no le envidia nada a ninguna otra marca, incluyendo las europeas. Sinceramente se siente lo suficientemente poderosa al arrancar, lo suficientemente lujosa al conducir y en general, la suma total de todas las opciones la hacen ser un vehículo que sería mi primera recomendación, si es que estás en busca de un Crossover mediano.