Lo quiera o no, Porsche está indefectiblemente vinculado con las 24 Horas de Le Mans. El fabricante alemán ostenta el récord de haber ganado la famosa competición francesa en 19 ocasiones. Pero dormirse en los laureles es una cosa que no está en la filosofía de Porsche… y quizá no tenga ya tanto interés en volver a ganar algo que ya ha ganado en tantas ocasiones.
En un importante cambio de estrategia, Porsche ha decidido reducir su programa en Le Mans e incentivar la serie de carreras eléctricas de Fórmula E a partir de 2019. Porsche ya no competirá en la clase LMP1, que incluye autos de carreras híbridos. Sin embargo, seguirá compitiendo en Le Mans en las clases de GT para automóviles de producción con su 911, así como en el resto del Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) de la FIA, y en el Campeonato IMSA WeatherTech SportsCar.
El movimiento de Porsche es a la vez chocante y predecible. El esfuerzo actual del fabricante de automóviles LMP1 ha sido muy exitoso. Porsche volvió a la categoría de nivel superior en Le Mans en 2014, y ganó la carrera en 2015, 2016 y 2017. También tiene varios campeonatos WEC de la FIA en su curriculum, tanto en categoría de piloto como de escudería. Pero los tiempos cambian.
El inmenso costo de poner en competición un LMP1 puede haber conducido a esto. Volkswagen, conglomerado al cual pertenece Porsche, está siendo exprimido por su actual escándalo de emisiones diesel (el tristemente célebre “Dieselgate”), el cual también ha obligado a su primo corporativo Audi a cancelar su programa de Le Mans. A partir de ahora, y al igual que Porsche, Audi se centrará en la menos costosa serie de Fórmula E. A principios de esta semana, Mercedes-Benz anunció que dejaría la popular serie alemana DTM para unirse también a la Fórmula E.
El atractivo de una serie de carreras de vehículos eléctricos para los vendedores no debe ser subestimado. Es cierto que la Fórmula E es más pequeña y menos prestigiosa que la WEC, y que sus carros son —en muchos aspectos— menos sofisticados que el poderoso 919 Hybrid de Porsche. Pero puede ser más relevante desde el punto de vista del marketing.
Cuando comenzó el actual programa de Le Mans, Porsche se basó en los vehículos híbridos plug-in. Su supercar insignia fue el híbrido 918 Spyder, presentado cuando acababa de lanzar las primeras versiones híbridas enchufables del Cayenne y del Panamera. Pero ahora Porsche está cambiando de enfoque en torno a los vehículos eléctricos. De hecho, se lanzará un sedán eléctrico basado en el concepto Mssion E de 2015 antes que finalice la presente década.
La salida de Porsche deja solamente a Toyota compitiendo en la clase superior LMP1. Ahora, con el camino despejado, Toyota probablemente obtendrá su tan buscada victoria de Le Mans el próximo año… aunque habrá que esperar, ya que la organización de Le Mans quizá reformule las reglas, bajando los costos y atrayendo a más fabricantes.
Si el futuro de Le Mans está en el aire, también lo son los futuros de los muchos pilotos e ingenieros del programa Porsche Le Mans. La mayoría de ellos no serán necesarios en la Fórmula E. Sin embargo, Porsche dijo que «mantendrá al exitoso equipo LMP1 completamente intacto, incluyendo a los pilotos de la fábrica». Se tratará encontrarles un sitio en la Fórmula E y en otras series de carreras.