El año pasado fue un buen año para Porsche. Ganó las 24 Horas de Le Mans, venciendo a su archirrival Audi del grupo Volkswagen, quien había dominado la legendaria carrera en la última década. Además, Porsche en 2015 ganó el Campeonato FIA World Endurance. Sí, definitivamente un buen año.
Ahora, la temporada de automovilismo 2016 está por comenzar, y el Porsche 919 Hybrid está de vuelta para tener más acción. Develado en un evento en Circuito Paul Ricard en Francia, el 919 Hybrid de 2016 es una versión renovada de la que debutó en 2014. Las voces sabias dicen que cuando estás teniendo éxitos, no deberías hacer muchos cambios. Pero ese consejo no es aplicable al mundo ultra-competitivo del automovilismo de competición.
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El chasis y los componentes más importantes del motor no cambian. El 919 Hybrid todavía usa el motor V4 turbo-comprimido de 2.0-litros que produce 500 caballos de fuerza. El piloto puede agregar temporariamente 400 HP de potencia gracias a un motor eléctrico montado sobre el eje delantero. La electricidad se cosecha gracias al calor de la frenada y al calor de los gases de escape, y se almacena en baterías de ion-litio.
Para 2016, los ingenieros cambiaron los ejes y retocaron la aerodinámica. Cambios por nuevas regulaciones que limitan la tasa de flujo de combustible, causan una reducción del consumo de combustible por vuelta. Todos los autos de la clase son híbridos, pero están divididos en diferentes subclases según la potencia que sus sistemas eléctricos pueden recuperar. El 919 Hybrid está en la subclase más alta: la de 8-megaljoule.
Que Porsche esté en esta categoría significa que la compañía alemana se está inclinando favorablemente hacia la energía eléctrica.
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El formato híbrido obliga a los equipos a hacer un par de decisiones estratégicas antes y durante a la carrera. Un mejor consumo de combustible se traduce como menos pit stops, y por lo tanto menos tiempo con el auto detenido, pero el motor de combustión interna es el que produce potencia consistentemente —no se puede contar solo con breves periodos de potencia eléctrica para incrementar la performance del auto en carreras de larga duración.
La estrategia de Porsche funcionó bien el año pasado, y los alemanes están seguros de que volverán a repetir el éxito en el 2016. El constructor de autos con más títulos de Le Mans en la historia de la competencia —i.e. Porsche— peleará nuevamente contras los autos híbridos de Audi y Toyota. Nissan dejó la categoría a fin de 2005 luego de una temporada nada convincente.