En ferias tecnológicas como el CES, solemos tener más curiosidad por el funcionamiento interno de un automóvil, ya sea por su capacidad autónoma, su creciente complejidad de inteligencia artificial, o la eficiencia de su tren motriz eléctrico. Y algo que a menudo pasamos por alto es cómo el diseño también puede dar cuenta de la innovación que vemos ante nuestros ojos. Para tener una mejor comprensión de esto, hablamos con el diseñador de Nissan SVP, Alfonso Albaisa, quien nos contó más cosas sobre el Nissan IMx Concept.
El IMx, que debutó en el salón del automóvil de Tokio a fines del año pasado, ha hecho su debut en Estados Unidos en el CES 2018. Es el intento de Nissan de hacer vehículos eléctricos más «resistentes», y alejarse en lo posible de la idea preconcebida de que son poco menos que unos inofensivos gatitos.
Lo interesante es que el concepto muestra una cierta sinergia entre el exterior y el interior, con una pantalla envolvente en su interior que muestra todo lo que rodea el automóvil. Además, los altavoces montados en el reposacabezas se aseguran de que la música no sea lo único que se puede escuchar: están allí para aumentar tus sentidos, proporcionándote una mayor conciencia de la situación. Muchas de las cámaras que miran hacia afuera se usan para reflejar lo que está al otro lado de las puertas, todo para que los ocupantes del IMx sepan que algo pequeño puede estar alrededor del automóvil, como un niño o un perro en un cruce de peatones.
Alimentado por dos motores eléctricos, el IMx tiene una potencia de salida equivalente a 430 caballos de fuerza y 526 libras-pie de torque. Nissan dice que el concepto, si se utiliza, podría hacer un viaje de 373 millas con una sola carga.
El sistema de asistencia de manejo ProPilot de Nissan es el último truco que el fabricante tiene en mente cuando se trata de conducción autónoma, y el IMx nos da una idea de hacia dónde va esa tecnología. Con la intención de ser una representación de cómo un auto sin conductor funcionará en situaciones prácticas, el IMx esconde su volante y sus pedales cuando reemplaza al conductor. Unas luces a lo largo de la línea del techo se iluminan para alertar a otros conductores de que el auto se está conduciendo por sí mismo. Mientras tanto, el asiento del conductor se reclina, permitiendo que quien esté detrás del volante descansar o mirar alguna cosa en sus pantallas.