Las autoridades reguladoras estadounidenses han abierto una investigación que abarca presuntos desperfectos en hasta 63,000 unidades del Tesla Model S.
En particular, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) busca conocer la verosimilitud de las quejas de los usuarios sobre el funcionamiento de la pantalla táctil.
Se presume que el monitor pudo haber dejado de funcionar luego de una falla en el módulo de control del sistema de infoentretenimiento del fabricante de vehículos eléctricos.
De acuerdo con los documentos conseguidos por Associated Press cuyo contenido reprodujeron medios como CNBC, solo durante los últimos 13 meses la NHTSA ha recibido 11 quejas de conductores.
Se trata de vehículos fabricados entre 2012 y 2015, particularmente en unidades con un uso aproximado que oscila entre 3,9 y 6,3 años.
Entre otros inconvenientes, el desperfecto podría privar a los usuarios de la vista de cámara trasera al retroceder, aunque no se han reportado incidentes ni tampoco personas heridas.
También genera la pérdida de las características visuales y sonoras de la pantalla táctil, como el infoentretenimiento, el GPS y la navegación web, complementó Reuters.
“Cuando las pantallas de Tesla fallan, los controles de calefacción y aire acondicionado también pasarán por defecto al modo automático, por lo que los límites de la carga de la batería pueden verse afectados”, añadió la misma fuente.
De todos modos, la situación no afecta atributos críticos, como el frenado, la maniobrabilidad, el control de velocidad crucero.
La investigación es solo preliminar, aclaró la NHTSA, señalando que el posible motivo de la falla es el agotamiento de la memoria interna del sistema, que cuenta con una vida útil limitada.
El organismo detalló que Tesla usó los mismos componentes en 159,000 unidades del Model S ensambladas entre 2012 y 2018, así como ejemplares del Model X fabricadas entre 2016 y 2018, algunos construidos hasta principios de 2018.