Más vale tarde que nunca. Eso es lo que piensa Uber ahora que ha publicado un auténtico tesoro de datos que debería ayudar a los gobiernos locales a mejorar las condiciones del tráfico y los viajes.
Tal vez 2017 sea el año en el que la compañía de viajes compartidos y los reguladores gubernamentales finalmente empiecen y aprendan a llevarse bien.
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El domingo, la empresa con sede en San Francisco puso a disposición de la administración datos basados en innumerables informaciones tomadas de sus millones de clientes cada día.
A través de un nuevo sitio web, bautizado como «Movimiento Uber«, estos datos incluyen «información histórica detallada que permite medir el impacto de las mejoras viales, eventos importantes, nuevas líneas de tránsito y mucho más».
Aunque estos datos han estado técnicamente disponibles desde que Uber se lanzó por primera vez en 2009, la recopilación de toda esta información no ha sido una pequeña hazaña.
Durante los últimos nueve meses, un equipo de unos 10 ingenieros se ha dedicado a reunir toda la información disponible de tres ciudades importantes: Manila, en Filipinas, Sydney, en Australia, y Washington, DC, en los EEUU.
Pero eso fue sólo el comienzo ya que se espera que docenas de ciudades se añadan a este Movimiento antes de que el sitio esté disponible públicamente en febrero. Cuando esté completo, contendrá datos de cada ciudad en la que está presente Uber.
La compañía señala que estos datos pueden ayudar a formuladores de políticas a llevar a cabo «análisis complejos sobre los patrones de transporte«, lo que permitirá «una mejor toma de decisiones sobre futuras inversiones en infraestructura».
«No manejamos las calles. No planeamos la infraestructura «, subraya Andrew Salzberg, jefe de política de transporte de Uber. «Entonces, ¿por qué estas cosas se reprimen cuando podrían aportar un inmenso valor a las ciudades en las que estamos trabajando?, teniendo en cuenta que la compañía está recopilando una «corriente constante de datos», añade Salzberg, «Y algunos de estos datos inmensamente valiosos”, concluye.
Uber no es la única empresa que comparte lo que sabe con los gobiernos. Por ejemplo, Waze tiene un programa de «Ciudadanos Conectados» que proporciona a los funcionarios de la ciudad aquellos datos que necesita a cambio de un aviso temprano de la construcción y cierres de carreteras para agregar a sus mapas. Y Strava, la aplicación de ciclismo, permite a las ciudades saber dónde les gusta a los residentes montar en bicicleta.
Pero cuando se trata de cierta información valiosa, no está claro lo que Uber, o cualquiera de estas empresas, está dispuesta a divulgar.