Si bien el Mini original no fue diseñado para competir, los pilotos de carreras de ambos lados del Atlántico no tardaron en descubrir su enorme potencial de rendimiento. La filial de BMW está manteniendo la tradición con las variantes John Cooper Works de sus modelos Clubman y Countryman. Ambos se ganan el honor de ser los más poderosos que la firma haya lanzado en sus 60 años de historia.
Mientras compiten en diferentes segmentos del mercado, el Clubman (en la galería superior) y el Countryman (en las imágenes de más abajo) son casi idénticos en el papel. Ambos son impulsados por un motor turboalimentado de cuatro cilindros y 2.0 litros, que eroga 301 caballos de fuerza y un no despreciable par de 331 lb/ft (449 Nm) a las cuatro ruedas, a través de una transmisión automática de ocho velocidades. La transmisión manual de seis velocidades disponible antaño ya no existe, probablemente debido a la falta de demanda.
Mini estableció en 4.9 y 5.1 segundos el tiempo que el Clubman y el Countryman pasan de cero a 60 millas (97 kilómetros) por hora, respectivamente. Para poner esas cifras en perspectiva, las últimas variantes John Cooper Works son 1.4 y 1.5 segundos más rápidas que los modelos a los que reemplazan. La diferencia es significativa y los automovilistas no necesitarán entrar a una pista de carreras para sentirla. Las cifras de eficiencia energética se publicarán más cerca de la fecha de venta de ambos modelos.
Los ingenieros ajustaron la suspensión e instalaron frenos más potentes para ayudar a los adictos a las carreteras sinuosas a aprovechar al máximo la potencia del turbo de cuatro cilindros. Una variedad de modos de conducción diferentes cambian el carácter del automóvil de un devorador de curvas a una cómoda opción de velocidad crucero, entre otras varias configuraciones intermedias.
Ambos modelos surgieron con una apariencia específica, caracterizada por grandes orificios de ventilación cincelados en el parachoques delantero, tendientes a dirigir más aire para la refrigeración del compartimiento del motor, detalles en rojo y llantas de aleación de 18 pulgadas.
En el interior, a los pasajeros delanteros los esperan asientos deportivos y un sistema de infoentretenimiento que se despliega desde una pantalla táctil de 6.5 pulgadas. La lista de opciones incluye un visor más grande de 8.8 pulgadas con navegación e información de tráfico en tiempo real, entre otras características. La compatibilidad con Apple CarPlay también es un extra opcional.
El Mini Countryman John Cooper Works y el Mini Clubman John Cooper Works aparecerán en las salas de exhibición como modelos 2020 dentro de los próximos meses.
Si bien nos encanta el sonido de un Mini de 301 caballos de fuerza, estamos aún más entusiasmados con el modelo John Cooper Works GP, que se espera que pronto llegue, con el mismo motor y un diseño que bien podría convertirlo en un batimóvil.