Algunos autos son sólo autos: un simple medio para ir desde el punto A al punto B. Pero algunos son más que eso. Marcan el tono para sus respectivos segmentos, estableciendo los puntos de referencia otros seguirán. El vehículo del que hablaremos a continuación es claramente un ejemplo de esto: el Mercedes-Benz Clase S.
Recientemente hemos tenido la oportunidad de probar la línea 2018 en Alemania, y más específicamente, la joya de la corona: el Mercedes-AMG S 63 4Matic +. Es un vehículo increíblemente rápido que, además, es tan lujoso como un hotel de cinco estrellas. Aunque si algo en él nos ha sorprendido es su tecnología.
Energizing Comfort Control
La Energizing Comfort Control es una de las características más opulentas, inventivas, y, francamente, asombrosas que hemos visto jamás en un automóvil de producción. Su función consiste mejorar el bienestar de los pasajeros por encima de todo, y lo hace mediante la conexión en red de los controles de temperatura del vehículo, música, calefacción en los asientos, programas de masaje, iluminación ambiental y fragancia ambiental. Hay seis programas en total: Freshness, Warmth, Vitality, Joy, Comfort, y Training, cada uno con su propia banda sonora y aroma. Vitality, por ejemplo, pone una canción rápida y activa tus músculos con un masaje energizante, mientras que la computadora selecciona una de las 64 opciones de luz ambiente más adecuadas para tu estado de ánimo. Es todo muy vanguardista, con una acústica acorde con el auto de lujo más respetado en el mundo.
Inteligente
Hoy en día, la tecnología automotriz abarca un espectro increíblemente amplio, lo que nos lleva a nuestra próxima característica. El sistema semiautónomo Intelligent Drive de Mercedes permite a Clase S (casi) conducirse por sí mismo en algunas situaciones, todo gracias a su sistema de radar mejorados, cámaras y software instalados para el modelo 2018. ¿Qué significa esto en la práctica? Que este auto de lujo es (mucho más) experto en tomar la dirección, la aceleración y el frenado, todo sin la intervención el conductor. Incluso ajusta su velocidad, aprovechando los datos de navegación. Pero esto no es todo: el vehículo puede también cambiar de carril automáticamente, siempre y cuando sus sensores lo consideren seguro. No es un automóvil completamente autónomo, claro: pero con un rendimiento como este, el futuro de la autoconducción no parece estar tan lejos.
Race Start
Es posible que no esperases encontrar un “Launch Control” en un Mercedes de 4,400 libras, pero creenos: allí está. Exclusivo en los modelos Clase S AMG, el Race Start «asegura la mejor aceleración posible desde un principio», según palabras del propio fabricante, permitiendo que el Clase S 63 4Matic + alcance las 60 millas por hora en 3.5 segundos. Basta con seleccionar el modo de conducción Sport o Sport +, pisar el freno, pisar el acelerador… y el computador hará el resto. Cuando el pedal de freno se suelta, 664 libras-pies de par lanzan el carro adelante, todo adornado con la hermosa banda sonora de un V8 AMG construido a mano.
Curve-Tilting
También es exclusivo para los modelos AMG una función llamada Curve-Tilting. Diseñada para ofrecer el máximo confort a altas velocidades (piénsese aquí en los usuarios de la autobahn), esta función realmente inclina el cuerpo del Clase S en las curvas o esquinas hacia el interior en 2.65 grados, reduciendo los efectos de la fuerza G en los pasajeros. Se trata aquí de hacer al vehículo —que ya se manejaba como una seda— aún más suave.
La Curve-Tilting (inclinación en curva) está activa a velocidades de entre 9 y 112 mph. Las cámaras montadas en el vehículo también reconocen los baches en la carretera, y ajustan los amortiguadores de la suspensión, haciendo el viaje aún más cómodo.
Variable All-Wheel Drive
El Clase S 63 4Matic + viene de serie con tracción en las cuatro ruedas, pero la configuración hecha por AMG está muy lejos de los sistemas que te encontrarás en los vehículos normales. 4Matic + es constantemente variable, lo que significa que la distribución de par entre el eje delantero y trasero no está ajustada. Esto permite que el vehículo puede enviar el 100 por ciento de su energía a la parte delantera o a la parte trasera, si es que lo estima necesario, transición que es imposible de detectar. Eso significa que el S 63 puede dividir su potencia de 603 caballos de fuerza por igual entre las cuatro ruedas para mantener la tracción, pero al momento siguiente, puede exhibir las características propias de un carro de tracción trasera. Esto es posible mediante el uso de un embrague electromagnético que se adapta constantemente a las condiciones del camino, la tracción y el comportamiento del conductor. Suena genial en el papel, pero como muchos elementos de la clase S, es incluso mejor en la práctica.