Hay un refrán que dice “las cosas buenas vienen en envases pequeños”. Es el caso del Mercedes-Benz GLC 43 que manejamos, un SUV coupé pequeño pero muy refinado y con una soberbia potencia.
Este auto hace parte de la línea AMG de Mercedes que fue fundada en 1967. Es una creación de dos ex ingenieros de Mercedes, Erhard Melcher y Hans Werner Aufrecht. Originalmente, AMG estaba destinado a diseñar, probar y producir motores de carreras, pero la empresa descubrió que existía una demanda de actualizaciones y personalización mucho más allá de los motores.
Hoy, AMG es sinónimo de potencia y este GLC no es la excepción. El Mercedes Benz-GLC 43 viene con un motor V6 biturbo, que produce 385 caballos de fuerza que es mucho poder para ser un carro chico y ciertamente no decepciona en rebases cuando se maneja en modo Sport+, pues te deja una sensación de adrenalina por el cuerpo.
Cuenta con la presencia de un escape especial de AMG que produce un ruido de motor que simula los autos de carreras. Todo en si es un paquete que despierta envidia por las calles.
Su diseño exterior es raro y es bastante parecido a la BMW X6 de la que hablamos recientemente. Nos cuesta trabajo acostumbrarnos a estas SUV coupé, pero vistas desde el ángulo correcto, son autos deportivos en forma de SUV, con altura para poder andar por caminos sinuosos.
Donde brilla este auto es en su interior elegante y futurista. Es cómodo y deportivo. A la larga, da gusto ingresar al auto y no te incomoda de ninguna forma. Tiene asientos en cuero, tablero de instrumentos digital, y un sistema de infoentretenimiento al que no le hace falta nada.
El GLC 43 tiene un sistema de guía en el mapa que funciona con realidad aumentada, que superpone unas flechas sobre la imagen de la cámara, indicando dónde debes voltear. Sería ideal que estuviera proyectada en el Heads Up Display, para no estar constantemente mirando la pantalla central. Sin embargo, el Apple CarPlay no ocupa toda la pantalla central; punto en contra.
Por lo demás, Mercedes-Benz hizo un excelente trabajo con este GLC 43 AMG, no le encontramos ningún defecto aparte de que los asientos no cuentan con ventilación para refrescarse en un día caluroso. Sí contó con calefacción en los asientos, aunque esta es una característica innecesaria si vives en lugares calurosos como Dallas, Texas. No obstante, la opción de asientos ventilados existe al configurar el auto.
No ha sido concebido para las masas. Es aspiracional, sobre todo para los amantes de la velocidad que no quieran tener en un auto deportivo que sea incómodo para el manejo diario.
Su precio inicial es de $63,000 dólares. Con la configuración que nos llegó, tiene un costo total de $78,855 dólares que incluye rines más grandes, insertos de fibra de carbono en el interior, paquetes multimedia, entre otras cosas. Es sin duda un auto que está dentro de nuestro top 10, y fue un placer tenerlo en nuestro arsenal.