Cuando Mercedes-Benz presentó su nuevo Clase G 2019, le otorgó a AMG el crédito por gran parte del trabajo de ingeniería que finalmente impulsó al todoterreno al siglo XXI. Es en estos robustos huesos preparados para el rendimiento que el diseñador interno de la marca alemana fabricó el G63 2019, que hará su debut oficial el próximo mes en el Salón del Automóvil de Ginebra.
El G63 recibe su propia versión del motor V8 biturbo de 4.0 litros que impulsa a otros miembros de la gama AMG, incluidos el C63, el E63 y el GT. En esta configuración, bombea 577 caballos de fuerza a 6,000 rpm y 627 libras-pie de torque entre 2,500 y 3,500 rpm. Esta potencia fluye a las cuatro ruedas a través de una transmisión automática de nueve velocidades y una versión deportiva del sistema de tracción total 4Matic de Mercedes.
Esos números ya impresionan en el papel. Y en la vida real, se traducen en un sprint de 0 a 60 mph de 4.4 segundos, así como una velocidad máxima —limitada electrónicamente— de 137 mph. Los compradores que necesiten ir más rápido (adinerados que viajan diariamente por la Autobahn, la célebre autopista alemana) pueden alcanzar las 149 mph si optan por un paquete opcional. En todo caso, 137 mph (220 kilómetros/hora) nos parece bastante rápido, al menos, para nosotros.
El nuevo G63 es potente y rápido, pero no necesitabas esta información. Su predecesor ya obtuvo el visto bueno en ambas casillas. Una de las principales diferencias entre los dos SUVs es que la versión 2019 es mucho más atractiva para manejarla en caminos sinuosos. En su configuración predeterminada, el sistema de tracción total envía el 60 por ciento del torque del motor a las ruedas traseras, y el otro 40 por ciento a las delanteras. AMG agregó un sistema de suspensión ajustable en ambos ejes y una dirección sensible a la velocidad, todo para darle al G más maniobrabilidad en las curvas y una conducción más suave en condiciones de manejo cotidianas.
Sin embargo, todavía puedes deleitarte con él fuera de la carretera. Al igual que el Clase G normal, el G63 se monta en un bastidor de escalera, ofrece tres bloqueos de diferencial y permite al conductor cambiar a un rango bajo cuando las cosas se ponen realmente difíciles. Tres modos todoterreno incorporados —llamados respectivamente Sand, Trail y Rock— proporcionan la base para una conducción sin estrés cuando se te acaba el pavimento.
Los enormes pasos de rueda ya insinúan la potencia que acecha entre los guardabarros. El tratamiento AMG también incluye unas llantas de aleación más anchas, aberturas de ventilación más grandes perforadas en el parachoques delantero, una rejilla Panamericana, estribos y salidas de escape montadas en los laterales, y el sello distintivo de última generación. Dentro nos encontramos con un volante de tres radios con paletas de cambio galvanizadas y —si así lo deseas— adornos de fibra de carbono en la consola central.
Veremos el Mercedes-AMG G63 2019 en vivo y en directo por primera vez el próximo mes, en el Salón del Automóvil de Ginebra. Las ventas comenzarán antes de fin de año. Mercedes lanzará información sobre precios en las semanas previas a su fecha de venta, la cual está programada para fines de este 2018.