El BMW X6 puede que sea muchas cosas, pero ciertamente no es un vehículo discreto. No genera acuerdo, tampoco: es el tipo de carro que la gente ama con todo su corazón u odia con toda su alma. Y el tuneador alemán Manhart lo está haciendo aún más polémico, al convertirlo en un cruce entre un buggy de dunas, un hot rod, y… un abejorro.
El modelo se llama MHX6 Dirt² Concept, un nombre que nos indica que se trata de una continuación del Dirt Edition original basado en el X6 de primera generación. Además de un kit de elevación, viene con una larga lista de modificaciones para su desempeño fuera de la carretera, como un cabrestante, placa de protección, una barra de tope y una jaula antivuelco externa. Se monta sobre unas llantas de aleación de 21 pulgadas envueltas con neumáticos todoterreno. ¿Los grandes tubos a cada lado del parabrisas? Alimentan el motor incluso cuando el X6 tiene agua hasta su cintura.
Todavía no sabemos cómo se ve el interior (para bien o para mal), pero Manhart promete que no está ni cerca de ser un modelo de stock. Las modificaciones en la cabina incluyen asientos traseros individuales y una nevera.
El sintonizador sacó el motor V8 biturbo de 4.4 litros de BMW y lo reconstruyó por completo. Esto incluyó nuevos pistones y bielas, turbocompresores mejorados y un sistema de enfriamiento más robusto para mantener la temperatura bajo control. En total, el ocho cilindros bombea hora unos monstruosos 900 caballos de fuerza y 885 libras-pie de torsión.
Demasiado audaz como para entrar en la producción inmediata, el MHX6 permanece en la etapa de vehículo conceptual. Sin embargo, su producción no está lejana. Manhart lo ha definido como un proyecto «impresionante», y predice que pronto lo veremos yendo a la deriva a través de las dunas de arena del Medio Oriente, mercado al cual apunta casi sin lugar a dudas.
La producción, en cualquier caso, se limitará a sólo cinco ejemplares en todo el mundo, cada uno minuciosamente creado a mano. Su precio comienza en €395,000 euros, que al cambio equivalen a unos $465,000 dólares. Por ese mismo precio te podrías comprar dos nuevos ejemplares del Lamborghini Urus, y aún tener dinero como para comprarte un Jeep Wrangler. Pero bueno: decisiones son decisiones, y cada cual sabe en qué gasta su dinero.