La empresa aclaró que no fabricará sus propios vehículos, sino que creará el software en conjunto con sus socios del sector automotor, entre los que se encuentran General Motors, Jaguar y Land Rover. Ejecutivos de Lyft, con sede en San Francisco, California, realizaron el anuncio durante una conferencia de prensa.
La nueva división tendrá su sede en un edificio de Palo Alto, California, llamado Level 5 (Nivel 5) en referencia al máximo nivel de autonomía. La compañía también dijo que para fines de este año pondrá a prueba su tecnología autónoma abordo de un vehículo desarrollado en colaboración con nuTonomy, una empresa de software de vehículos autónomos de Cambridge, Massachusetts.
«Queremos reunir a toda la industria con esto. Creemos que esa es la forma en que esto va a funcionar «, dijo Raj Kapoor, director de estrategia de Lyft, durante la conferencia de prensa. «Creemos que hay una oportunidad única ahora mismo para que una compañía como Lyft asuma un papel de liderazgo y unifique los esfuerzos en este asunto, en lugar de desarrollar una tecnología aislada -que es lo que ha estado sucediendo hasta ahora».
Durante el evento de prensa, los ejecutivos presentaron una diapositiva que mostraba los diversos aspectos de la autonomía en las que Lyft planea enfocarse, incluyendo mapeo, percepción, planificación de trayectoria y control de movimiento. La empresa también dijo que proporcionaría a los pilotos de Lyft, a través de su aplicación, una visión en tiempo real de lo que los sensores del auto estaban viendo.
La estrategia de Lyft difiere de la de su rival, Uber, que ha gastado millones en instalaciones en Pittsburgh, Toronto y San Francisco dedicadas exclusivamente a la investigación de vehículos autónomos y donde está fabricando su propio auto. Otros jugadores del sector de tecnología y automotor están también desarrollando la tecnología en forma conjunta o individual, entre ellos Waymo, filial de Alphabet y automotrices de Estados Unidos y Europa.
Lyft, que funciona en 300 ciudades estadounidenses, espera que pase por lo menos una década o más antes de que se requieran menos conductores como consecuencia de la proliferación de vehículos con sistemas de conducción autónoma.
