Cuando se trata de sedanes de lujo, es difícil competir con el nuevo Mulsanne de Bentley. Y para confirmar ese cómodo liderazgo, Bentley presentó en Ginebra una versión de lujo de su sedán de lujo (si es que eso tiene algún sentido): el Bentley Mulsanne Grand Limousine by Mulliner.
Construida por Mulliner, la división de Bentley dedicada a producir autos especiales, la nueva limusina es más larga y más alta que el Mulsanne estándar, y todo ese extra espacio es usado para incrementar el lujo y las comodidades del habitáculo trasero. Algunos autos son diseñados para los conductores, y otros, como éste, para los pasajeros.
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Atrás hay cuatro asientos, dos miran hacia adelante y dos hacia atrás, con el fin de lograr una buena conversación entre los privilegiados pasajeros. Como en la mayoría de las limusinas, el compartimento del chofer está separado por un vidrio, pero en este caso, la separación está hecha de un vidrio electro-crómico que puede ser transparente u opaco, tan solo presionando un botón. Junto a la nueva tecnología, están los tradicionales acabados de madera y detalles de cuero.
La parte de atrás de la limusina tiene su propio sistema de aire acondicionado y calefacción para asegurar un placentero viaje de los ocupantes. Para evitar que se aburran, el Mulsanne está equipado con una base para conectar dispositivos móviles, además de mesas plegables, y de dos refrigeradores, uno para botellas de champagne o vino, con copas de cristal incluidas, y otro para latas de gaseosas o botellitas agua, con vasos incluidos.
Obviamente, el Grand Limousine también tiene un intercom para comunicarse con el chofer.
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Bentley informó que esta versión especial del Mulsanne tiene un mejor motor y una suspensión modificada, pero no entró en detalles. Considerando el peso adicional que implica su mayor altura y longitud, el motor V8 biturbo de 6.7 litros del Mulsanne estándar podría modificarse para entregar algunos caballos más de potencia y así permitirle al Bentley de Mulliner brindar una performance similar. Además de su alargado cuerpo, el Grand Limousine se destaca por sus llantas de aleación de aluminio de 21 pulgadas y por sus retoques de estilo.
El auto es un “encargo privado”, según Bentley, por lo que es probable que no se convierta en un modelo de producción en serie. Aunque cualquier persona con suficiente dinero podrá encargarle a Bentley la producción de un auto similar. Y solo es una cuestión de tiempo para que alguien con más dinero que gusto le encargue a Mulliner una limusina del modelo Bentayga.