Hace dos meses, la Fórmula Uno anunció que el grupo de inversionistas estadounidenses Liberty Media había acordado una adquisición en dos etapas de la serie de carreras por un total de $8.5 billones de dólares.
La venta —que actualmente está siendo investigada por el gobierno británico, y aún no está finalizada— incluye todos los derechos comerciales de la F1, de radiodifusión y otros, siendo la fuente más importante de ingresos para «el pináculo del automovilismo«.
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En un tiempo en el cual la televisión por Internet gana cada día más terreno, uno de los aspectos más comentados de esta adquisición de la F1 por parte de Liberty Media es justamente la posibilidad de que se ofrezca un servicio de streaming directo y en exclusiva de las carreras.
En la actualidad, la F1 ofrece F1 Access, un servicio de suscripción premium que ofrece análisis exhaustivos de casi todos los detalles técnicos que se puedan suceder durante las carreras. Desde las transmisiones por radio de los equipos, el F1 Access es impresionante, aunque claramente le falta un contenido de video en vivo.
Sin embargo, tal vez no sea así durante mucho tiempo. En su anuncio trimestral de ganancias el pasado miércoles, el presidente ejecutivo de Liberty Media, Greg Maffei, se refirió a la posibilidad de un servicio de streaming, diciendo que está “muy entusiasmado con la idea»”, y que “tiene mucho sentido para F1 y para Liberty Media”.
Todavía quedan “cosas por hacer”, según Maffei, haciendo referencia a los actuales contratos que la F1 mantiene con otros organismos de radiodifusión. Pero no cree que sea algo imposible. Maffei reconoció la creciente popularidad de las plataformas de streaming, pero «todavía no vemos una sustitución al por mayor» de los canales de transmisión tradicionales.
Si Liberty Media crea un servicio de streaming para los fines de semana de F1, la pregunta obvia es cuánto costaría.
La F1 ha sido considerada desde hace mucho tiempo como un deporte exclusivo, esto debido principalmente a los negocios involucrados, por lo que no es descabellado imaginar un precio premium para un servicio de streaming. Sin embargo, Liberty Media reconoce el potencial económico que tendría un renacimiento del interés por la F1 en los Estados Unidos, y un costo de suscripción relativamente bajo podría tentar a muchos aficionados no sólo del automovilismo, sino de los deportes en general.