El 15 de junio de 2020, Lexus presentó con bombo y platillo su nueva línea IS para 2021. Las fotos y los videos de este carro probado y desarrollado en Shimoyama, Japón, hicieron que las expectativas subieran como la espuma, sin embargo, la experiencia de manejo poco se acercó a lo prometido y bien puede resumirse en una sola palabra: decepcionante.
El modelo de preproducción que tuve el disgusto de conducir fue el IS 350 de la línea IS F SPORT, un sedán deportivo, compacto y de “lujo” que, debo reconocer, me atrajo por su diseño exterior: líneas agresivas, parachoques delanteros y traseros únicos, un alerón refinado, faros traseros de borde a borde y ruedas de 19 pulgadas. Pero nada más.
Esta ilusión, como el amor a primera vista, duró poco, pues una vez que me subí al Lexus las sorpresas comenzaron a presentarse una tras otra. A diferencia de su exterior, el diseño de interiores carece de mejoras significativas, ya que conserva casi el mismo estilo anticuado y obsoleto de muchos Lexus.
Lo único “nuevo” fue la pantalla que, además de estar más cerca del conductor y crecer hasta las 10 pulgadas, tiene la peculiaridad de ser táctil, característica que los modelos anteriores no tenían. Sin importar su conectividad con Apple CarPlay y Android Auto, el sistema deja mucho que desear, pues los comandos siguen siendo arcaicos y poco intuitivos, además de que la pantalla parecía improvisada, pues no encajaba con el resto del tablero; parecía sobrepuesta. Todo un desacierto el aditamento.
A pesar de que el IS 350 tiene un motor V6 de 3.5 litros, que promete 311 caballos de fuerza (aceptables para ser un sedán compacto), la aceleración no fue lo que esperábamos: fue lenta, y la ausencia de un cargador turbo hace que el arranque sea mediocre.
Se supone que lo más destacado de los modelos RWD F SPORT es que están equipados con un diferencial de deslizamiento limitado (LSD) Torsen®, que mejora el manejo y el rendimiento gracias a la tracción mejorada en las curvas, pero no pude comprobarlo en una pista o un terreno con las características necesarias. Lástima.
Comprar el IS 350, un sedán compacto supuestamente de lujo, supuestamente potente y con un supuesto diseño nuevo –que solo quedó reflejado en los detalles exteriores–, sería malgastar $55,000 dólares, que bien podrías invertir en otro auto del mismo precio, pero mejor.
Lexus: suerte para la próxima, te estás quedando atrás en la carrera de sedanes, pero también en la del resto de los segmentos.