La primavera pasada, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) decidió no añadir el Tesla Model S a su flota, ya que no podía justificar el gasto tan alto para un radiopatrulla. Sin embargo, ahora parecen haber cambiado de opinión, y se encuentran actualmente preparando el sedán eléctrico para el servicio policial.
Técnicos de la policía de Los Ángeles están trabajando en estrecha colaboración con Tesla para equipar un Model S con radios, una computadora, una jaula de custodia, y un estante para guardar armas de fuego, entre otras cosas. Cuando esté listo, se pondrá a prueba por oficiales en condiciones reales. Esto significa que proporcionará un transporte desde y hacia situaciones de emergencia, pudiendo incluso llegar a participar en persecuciones a alta velocidad.
Relacionado: Tesla quitaría del mercado americano su Model X 60D
La Policía de Los Ángeles no es ajena a los vehículos eléctricos, ya que opera docenas de I3S BMW, aunque la mayoría de estos son conducidos a escenas de crímenes, o durante el curso de alguna investigación, según ha dicho NBC de Los Ángeles. Esto se debe a que no ofrecen una gama de servicio lo suficientemente alto como para patrullar, siendo además demasiado lentos como para participar en persecuciones a alta velocidad. Las prestaciones del Model S, en cambio, encajarían aquí a la perfección.
La LAPD ha confirmado que está poniendo a prueba el Model S para recabar información sobre el funcionamiento de los vehículos eléctricos de largo alcance, aunque de momento reconocen que es muy difícil —casi imposible— que puedan disponer de una flota de estos, debido a su alto precio. Se debe considerar que un carro patrulla promedio cuesta alrededor de $47,500 dólares, y esto una vez que ha sido ya pintado y equipado con los diversos dispositivos necesarios para las tareas policiales. En comparación, el modelo más barato de la empresa de Elon Musk vendría siendo el nuevo 60D, que garantiza 218 millas de autonomía por carga y cuesta $66,000 dólares, aún antes de los incentivos.
No son en absoluto buenos números para Tesla, ya que la ciudad de Los Ángeles gasta alrededor de $30 millones anuales en adquirir entre 600 y 750 nuevos vehículos. Lo único que podría resultar prometedor son los números del Model 3, el cual está a la venta con un precio base más razonable: $35,000.