KIA no deja de sorprender. Cada vez que presenta un modelo nuevo o rediseña uno existente, la sensación que deja es la de impresión total. Este es el caso de la nueva MPV Carnival 2022, una miniván que parece más un SUV con puertas corredizas.
Las sorpresas no terminan con el diseño exterior. Al interior de la la versión SX Prestige encontramos dos sillones reclinables en la segunda fila de asientos, mientras que la SX tiene asientos tipo banca en la segunda y tercera fila. Los asientos tipo sillón reclinable se llaman VIP y son muy cómodos: se pueden acomodar de tal manera que prácticamente parece que vas acostado, además, a tu alcance tendrás un monitor de 12 pulgadas donde puedes ver tu película favorita (el sistema de entretenimiento incluye la app de Netflix).
Luego de manejar por un día las versiones SX y SX Prestige, encontramos pocas diferencias. Una es la disposición de butacas, como ya se mencionó, pero también su acabado: SX Prestige cuenta con asientos en piel real vs. la piel sintética de la SX, así como la inclusión de dos quemacocos arriba de la primera y segunda fila.
Otra característica que nos encantó de la Prestige fue la pantalla digital de instrumentos que se une como una sola con la de infoentretenimiento, un toque de sofisticación tecnológica que nos recuerda a los Mercedes-Benz. Esta versión también incluye un sistema de sonido Bose con una acústica de mucha nitidez.
En cuestión de poder, las dos versiones comparten el mismo motor a gasolina v6 de 3.5 litros y una transmisión de ocho velocidades. Los sistemas de seguridad son los mismos: prevención de choques, asistencia de carril y más.
Para ser sinceros, no recomendamos comprar la SX; nos decantamos por la SX Prestige. La diferencia de precios es de alrededor de $5,000 dólares, pero los beneficios valen la pena. La Carnival SX está valuada en $42,770 dólares; la SX Prestige en $47,770.
Con la llegada de la MPV Carnival de KIA vaticinamos que el segmento de las minivanes se torna competitivo. Ahora la Chrysler Pacífica ya tiene con quien disputarse un cara a cara.