Desde su estreno absoluto en 1953, el agente secreto James Bond ha conducido un sinfín de vehículos, por lo que su cochera luce buena parte de los autos y las motocicletas más deseados de la historia.
En una seguidilla de libros, películas y videojuegos, tanto el agente secreto creado por Ian Fleming como los restantes personajes han lucido un impresionante abanico de casi cualquier cosa que tenga motor y se desplace.
El catálogo de fabricantes es igualmente variopinto, con emblemas estadounidenses, como Ford Motor Company y General Motors, aunque los más célebres han sido los europeos, fundamentalmente los de origen británico.
El último constructor en sumarse a la lista ha sido Tesla, con su camioneta Cybertruck. La curiosidad es que el desembarco ha incluido a su CEO, el carismático Elon Musk.
Aunque la aparición no es oficial ni tampoco cinematográfica, sí es muy entretenida. Se trata de un mod, es decir, una modificación que extiende el software original, del videojuego GoldenEye para la consola Nintendo 64, que debutó en 1997.
El responsable de este explosivo “matrimonio” es Graslu00, un modifier con amplia experiencia, que le encomendó al funcionario de la agencia de inteligencia exterior del Reino Unido, el MI6, una misión de marcado sentido medioambiental.
En la extensión, el agente 007 se encuentra en un patio interior con una Cybertruck flanqueada por el también cofundador del fabricante de vehículos eléctricos, quien le dice estar informado de su última compra, que no es otra que la mismísima camioneta.
Posteriormente, Elon Musk le manifiesta su preocupación por el general Ourumov, el villano que en la cinta de 1995 interpretaba Gottfried John. En sus palabras, el uniformado está generando un daño al planeta, dado que maneja un vehículo convencional, por lo cual le insta a tomar medidas.
“He equipado la Cybertruck con un nuevo juguete. Dale un vistazo”, le invita Musk. “Negocios son negocios, señor Bond. Quiero ver a los combustibles fósiles fuera de acción”, se limita a expresar antes de marcharse.
Aunque emite un ruido como si estuviese equipada con un motor diésel, lo cierto es que la camioneta recorre a sus anchas las calles de San Petersburgo eliminando enemigos, gracias a lo que suponemos son metralletas, al estilo del Aston Martin DB5 que alcanzó la inmortalidad en la cinta Goldfinger.
No hay indicios de que la Cybertruck u otro de los productos del portafolio de Tesla asomen en la próxima entrega de James Bond, Sin Tiempo para Morir, cuyo estreno se espera para abril de 2020. De lo que sí hay seguridad es que Aston Martin hará un masivo desembarco, incluyendo el extremo híbrido Valhalla.