Jaguar Land Rover está trabajando para crear un lenguaje simple que permita a los vehículos autónomos informar a los peatones las maniobras que están desarrollando, como avanzar, detenerse o girar.
Con el propósito de que se trate de señales que resulten fáciles de entender en cualquier parte del mundo, en lugar de letras y números, el lenguaje se compone de una serie de barras de luz proyectadas en el suelo.
De esta forma, el espacio entre cada barra se reduce gradualmente a medida que el automóvil frena y se expande nuevamente cuando comienza a acelerar. En el caso del viraje, las luces se abren en la dirección en la que se realizará el giro.
Es una solución mejor que los espeluznantes ojos que Jaguar probó en 2018 para permitir que los peatones hicieran contacto visual con los automóviles autónomos.
De todos modos, la filial de la india Tata Motors destaca que esta tecnología sigue siendo experimental.
“Las pruebas se basan en comprender la cantidad de información que un vehículo de automanejo debe compartir con un peatón para ganar su confianza. Al igual que con cualquier nueva tecnología, los humanos tienen que aprender a confiar en ella, y cuando se trata de vehículos autónomos, los peatones deben confiar en que pueden cruzar la carretera de manera segura», explicó Pete Bennett, gerente de investigación de la futura división de movilidad de la empresa.
Lenguajes diversos
Aún resta camino para que los carros totalmente autónomos se incorporen al flujo vehicular cotidianio, por lo que Jaguar aún tiene tiempo para descubrir la mejor manera de establecer una línea de comunicación entre sus autos y peatones.
Y no está solo en esta búsqueda: Volvo experimentó con tecnología similar en el pasado. Su modelo 360c Concept emite señales audibles y visuales para comunicarse con otros autos -computadora o humanos- y peatones.
Ford, que casualmente fue dueño de Jaguar y Volvo, tiene sus propias ideas. De hecho, se asoció con el Virginia Tech Transportation Institute (VTTI) para crear una barra de luz que permite a los autos autónomos comunicarse con el mundo exterior.
Ubicada justo sobre el parabrisas, la luz parpadea rápidamente para decirle a los espectadores que está a punto de acelerar desde una detención completa. Se transforma en un blanco sólido cuando el automóvil intenta continuar en su camino, y parpadea cuando el automóvil se detiene por completo (por ejemplo, para permitir que un peatón cruce la calle).
Estandarización
La comunicación es clave. Sin ella, los peatones no confiarán en los carros autónomos.
Cerca de 50 compañías diferentes venden autos en Estados Unidos y varias firmas de tecnología importantes, como Waymo, están trabajando en tecnología autónoma.
Imagina tener que entender medio centenar de idiomas diferentes para poder cruzar de manera segura una calle en Manhattan…
Por eso, los esfuerzos demostrados por Jaguar, Volvo y Ford sugieren que la estandarización es aún más importante.