Si alguna vez te han robado los espejos laterales de tu auto, sabrás que no hay mucho que puedas hacer para asegurarte de que no vuelva a suceder.
Sin embargo, una empresa colombiana acaba de anunciar el próximo lanzamiento de un sistema antirrobo de espejos, con el cual el ladrón recibiría una descarga eléctrica.
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Según la revista Dinero de Colombia, Andrés Camilo Epia un ingeniero eléctrico y Vicepresidente de la empresa Epia, tuvo la idea de crear este sistema, después de que a sus abuelos les robaron los espejos mientras se encontraban en un embotellamiento en el centro de Bogotá.
Esta es una situación que según el portal de noticias Caracol, va en aumento e indica que cada año se registran 16,000 hurtos de espejos de carros.
La empresa familiar Epia ha brindado soluciones y sistemas de seguridad para la industria automotriz durante años.
Durante la Feria de Jóvenes Empresarios de Bogotá, Epia dio a conocer este novedoso sistema que atrajo la mirada de inversionistas coreanos, a quienes les interesa ofrecer el sistema en sus concesionarios.
Otro mercado que se ha manifestado interesado en el sistema es el negocio de taxis en Colombia.
Según Epia, el sistema sería directamente controlado por el conductor: “Si la persona va conduciendo y se siente amenazada puede activar el dispositivo a su voluntad y de la misma manera lo puede desactivar”, declara a Dinero.
Muchos comentarios en los foros indican que en caso de herir al ladrón, la persona podría verse en problemas legales.
La empresa afirma que la descarga eléctrica será de 1,500 voltios, lo cual no es peligroso para un ser humano y simplemente neutraliza a un atacante.
También surgen dudas sobre su efectividad en caso tal de que los “amigos de lo ajeno” decidan utilizar guantes aislantes. ¿Sentirían el corrientazo?
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En los próximos meses, Epia busca que la descarga sea de hasta 5,000 voltios, lo cual sigue siendo una cantidad mucho menor a la descargada por las pistolas eléctricas (“tasers”).
Legalmente, el sistema podría ser implementado en los autos, ya que bajo la legislación colombiana puede ser categorizado como una “herramienta de protección”.
El sistema cuesta 450,000 pesos colombianos (unos $150 dólares) y próximamente podría estar disponible también en Nicaragua y Guatemala, países donde la empresa piensa expandir sus operaciones.