Los módulos solares bien pueden alimentar una casa, pero todavía son insuficientes para mover un vehículo. Hyundai es el último fabricante en experimentar con este sistema de carga para automóviles, con un techo solar que nutre la batería del sedán híbrido Sonata. La firma declinó revelar si la versión 2020, que se lanzará durante el otoño boreal en Estados Unidos, incluiría dicha innovación.
La compañía afirma que el techo solar puede cargar entre el 30 y el 60 por ciento de la batería de un tras seis horas de exposición. Los híbridos como el Sonata tienen paquetes más pequeños que los modelos totalmente eléctricos, por lo que la fórmula puede hacer una gran diferencia. Además, el techo puede recibir energía mientras el rodado está detenido o en movimiento.
Agregar células a un automóvil no es una idea nueva. El híbrido de lujo Karma Revero está disponible con techo solar y Toyota incluso cubrió el capó de un automóvil con paneles en búsqueda de un óptimo aprovechamiento. El World Solar Challenge invita a los estudiantes a competir en Australia con autos que funcionan con energía solar y una compañía holandesa está intentando usar tecnología similar para un modelo de producción.
Hacer que el sol alimente un motor en lugar de simplemente dejar que torne la cabina insoportablemente calurosa suena bien, pero esta energía tiene algunos problemas. Los paneles agregan costo y peso a los vehículos, y no está del todo comprobada su efectividad. Las celdas deben colocarse para absorber el máximo de luz y eso no siempre es posible en la condiciones reales de tráfico.
Hyundai no comentó los planes para ofrecer productos con techo solar en Estados Unidos, pero la variedad a la que está ligada eventualmente llegará. Se basa en la Sonata de última generación, que tiene un estilo más expresivo que su predecesor. Las versiones híbridas y no híbridas del sedán mediano también recibirán una «llave digital» que le permite al conductor usar un teléfono inteligente para abrirlo, cerrarlo y darle partida.
El modelo híbrido utilizará un motor de 2.0 litros repartidos en cuatro cilindros con asistencia eléctrica. La versión convencional también obtendrá una nueva tecnología de motor, la Distribución de Válvulas Variable Continua (CVVD por su sigla en inglés) para ayudar a aumentar el consumo de gasolina.