Si nunca habías escuchado hablar de Hopium no te sientas mal. Este nuevo fabricante automotriz francés apenas fue establecido en 2019 y no fue sino hasta octubre de 2020 que anunció su intención de producir un sedán de lujo eléctrico de alto desarrollo alimentado por una celda de hidrógeno.
A solo ocho meses de ese anuncio, Hopium nos muestra las primeras imágenes del Machina, un hermoso y estilizado sedán de inspiración deportiva con el que espera irrumpir en el incipiente mercado de los vehículos con celdas generadoras de electricidad.
Hopium estima que el Machina contará con una potencia superior a los 500 caballos de fuerza y podrá ofrecer autonomía de más de 620 millas (1,000 km) con sus dos tanques de hidrógeno líquido llenos.
La marca dice haber hecho pruebas de validación de la celda de combustible, tanto en pista como en un banco de pruebas, en el primer prototipo fabricado del Machina, al cual se refiere como Alpha 0. El vehículo superó las 143 mph (230 km/h), que lo ponen casi a la par con el rendimiento que el fabricante aspira una vez que el Machina llegue al mercado.
Tal fue el éxito de las pruebas que Hopium se sintió con la confianza suficiente como para comenzar a tomar órdenes por las primeras 1,000 unidades del Machina, las cuales estarán numeradas y podrán ser reservadas cada una por la módica suma de 410 euros, el equivalente a $488 dólares. Todo se hará menos accesible al momento de pagar el vehículo, el cual se espera tenga un precio cercano a los 120,000 euros, es decir, $143,000 dólares. Pero de eso no habrá que preocuparse hasta 2025 cuando se hagan las primeras entregas.
El fundador de Hopium es el piloto de carreras Olivier Lombard, ganador de la clase LMP2 en las 24 Horas de Le Mans de 2011; esto lo convirtió en el ganador de Le Mans más joven en la historia del legendario circuito.
Los primeros compradores del Machina serán pioneros de una tecnología prometedora que permite que un auto eléctrico, con solo llenar sus tanques con hidrógeno líquido, pueda generar su propia energía eléctrica al eliminar la necesidad de contar con una pesada batería donde almacenarla, que los haría tan prácticos como carros a gasolina si existiera una infraestructura de distribución de hidrógeno similar a la de los combustibles fósiles.
Actualmente Honda, Toyota y Hyundai producen y comercializan automóviles con celdas de combustible en California y en sus mercados domésticos, y Land Rover anunció hace poco que construía un prototipo de su SUV Defender para probar la tecnología.
Cada día más fabricantes estudian la posibilidad de adoptar la tecnología de las celdas de combustible, por lo que es probable que la red global de distribución de hidrógeno líquido crezca más rápido de lo que imaginamos.