General Motors no está en el trío de los fabricantes de automóviles —Honda, Hyundai y Toyota— que venden vehículos de hidrógeno para pasajeros en los Estados Unidos. Pero, en lugar de eso, GM está buscando un tipo diferente de uso para este combustible.
El GM SURUS (Silent Utility Rover Universal Superstructure) es esencialmente una plataforma con ruedas que puede ser equipadas para una variedad de tareas, pudiendo incluso ser equipada para la conducción autónoma. GM cree que los camiones como éste podrían ser utilizados por militares, como transportes de carga, o para proporcionar energía de reserva de emergencia durante los desastres naturales.
El SURUS es alimentado por una nueva generación de sistema de células de combustible llamado Hydrotec, que proporciona electricidad a los motores eléctricos de cada eje. El rango máximo con una carga de hidrógeno es de 400 millas, según GM. El camión también tiene una batería de iones de litio suplementaria.
Debido a que las células de combustible, los motores eléctricos, los tanques de almacenamiento de hidrógeno y las baterías se pueden montar bajo el suelo de carga, el SURUS ofrece más flexibilidad de empaque que los camiones diesel convencionales. GM también afirma que puede descargar electricidad para proporcionar energía en situaciones de emergencia, e incluso generar agua potable. Después de todo, el agua es la única «emisión» de un grupo motopropulsor de pilas de combustible de hidrógeno.
Los camiones que se basen en el diseño del SURUS también podrían ser equipados para la conducción autónoma, de acuerdo con GM. Múltiples vehículos podrían operar en un convoy, con los camiones de arrastre autónomamente siguiendo el vehículo que vaya en frente. Conocido como «platooning», este concepto ha estado en la mente de varios desarrolladores de vehículos autónomos, y será probado por Daimler en Oregon.
GM quiere desarrollar el diseño SURUS en una familia de vehículos comerciales, y no está solo en esto. Nikola Motors tiene como objetivo producir un semirremolque de célula de combustible, y Toyota está probando uno en Los Ángeles. Si bien se presta mucha atención a las emisiones de carbono de los turismos, la reducción de las emisiones en los vehículos comerciales podría tener un impacto ambiental importante.
El ejército probablemente será el primer cliente de un carro como GM SURUS. General Motors ya ha trabajado con los servicios de defensa en proyectos de celdas de combustible, incluyendo una camioneta Chevrolet Colorado impulsada por hidrógeno, llamada ZH2. El poco ruido y los rangos de baja temperatura de los vehículos de celda de combustible podrían hacerlos ideales para uso militar, según GM. Incluso el Ejército necesita también comenzar a pensar en ir verde.