El diseñador de automóviles Frank Stephenson lanzó una crítica demoledora al Cybertruck de Tesla, al que sin miramientos calificó como “contraintuitivo para un vehículo eléctrico y amigable con el medio ambiente”.
Stephenson es una voz más que calificada en el diseño automotriz. En su currículo pesa haber trabajado en el diseño de autos para marcas como MINI, Ferrari, Maserati, Fiat, Lancia, Alfa Romeo y McLaren. Con esas credenciales y bajo la premisa de que todo lo que creó lo hizo pensando para que se mantuviera vigente por al menos 10 años, dice sin reparos en una videorreseña que el Cybertruck de Tesla, presentado en noviembre de 2019 por Elon Musk, nació anticuado.
Para sustentar su crítica toma de ejemplo el PlayStation de 1994 y sus gráficos hechos con lo que hoy juzgamos como una cantidad risible de polígonos. “El Cybertruck luce como una representación tridimensional en baja resolución de un auto que tiene el potencial de ser extremadamente bello”, fustiga Stephenson.
Tampoco le sorprende el diseño piramidal del Cybertruck que dividió a los críticos, con algunos llamándolo visionario y otros señalándolo de horrible.
Horrible no. Visionario tampoco. Solo mal ejecutado, según Stephenson, quien menciona como referencia el Citroen Karin, un auto concepto de 1980.
Comparándolos, Stephenson no tiene reparo de decir que la obra de Tesla ya luce trasnochada.
“El Karin se conceptualizó 40 años antes, también tiene un diseño piramidal, pero con una apreciación sensual de la forma; para mí se sigue viendo más futurista que el Cybertruck de 2020. No sé ustedes, entre estas dos versiones del futuro, quiero vivir en la línea de tiempo del Karin”, ironiza.
La cabina del Cybertruck tampoco escapó a su crítica. “Se siente como el interior de un rover, frío y aislado, como si te protegiera de un mundo inhóspito”.
En contraparte, dice que el Karin se siente cálido.
Y es precisamente esta visión pesimista del futuro en la que reside la crítica más demoledora.
“Musk seleccionó las características de seguridad de su Cybertruck como el punto principal de venta, carrocería a prueba de golpes y vidrios blindados. El auto se basa en una visión paranoica del futuro”, remata.
Una visión que, para colmo de Musk, de alguna manera se cristalizó en el pandémico 2020.
Al final, Stephenson cierra su feroz crítica con una máxima del diseño. “Si no podemos asegurarnos de que el futuro sea amigable, al menos hagamos que luzca hermoso”.