La controversia por la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirar al país norteamericano del acuerdo de París sobre el clima sigue dando de que hablar, especialmente por la posición contraria de los aliados en Europa, donde actualmente está de visita el mandatario para la cumbre del G20.
Mientras que en EE.UU. el actual gobierno mantiene su escepticismo sobre el papel de los humanos en el cambio climático y el calentamiento global, Francia acaba de anunciar que se unirá a una serie de países europeos en la prohibición a la venta de vehículos que funcionan con gasolina y diésel. Aunque otros países han fijado una fecha límite más pronta (2025 para los Países Bajos y Noruega, y 2030 para Alemania e India) Francia ha apuntado a 2040 como la fecha en la que no se podrán vender este tipo de vehículos.
La noticia forma parte de otras medidas dadas a conocer por el gobierno francés. El año pasado, París declaró que cualquier vehículo fabricado antes de 1997 no podía ser conducido dentro de los límites de la Ciudad Luz (un pase fue dado a los autos de más de 30 años). El nuevo presidente electo, Emmanuel Macron, también declaró que el país sería neutro en la emisión de carbono para 2050. El impacto global de los 66 millones de habitantes de Francia (y probablemente un mayor número en 2040) transportándose sin ningún combustible seguro será significativo.
El ministro del Medio Ambiente de Francia, Nicolas Hulot, dijo que la prohibición forma parte de un plan destinado a reducir la inversión en proyectos de gasolina y diesel. Como primer paso, el gobierno francés ofrecerá a sus ciudadanos incentivos financieros para el desguace de vehículos diésel fabricados antes de 1997 y automóviles a gasolina hechos antes de 2001. Todavía no conocemos los detalles de estos incentivos, pero la idea es que la gente renuncie a los vehículos de combustión interna a cambio de transporte de energía alternativa.
Para poner este plan en acción, Macron necesitará el apoyo de entidades privadas, incluyendo los fabricantes de automóviles. Afortunadamente, varias automotrices ya han declarado su intención de tener una flota principalmente híbrida o toda eléctrica en los próximos años. Justo ayer, 5 de julio, Volvo anunció que su línea entera sería eléctrica o híbrida para 2019. PSA (Citroën, DS, Peugeot) anunció algo similar recientemente, lo cual fue citado por Macron.
Estos tipos de prohibiciones, sin duda, conducirán a la creación de más fabricantes de automóviles eléctricos (como Tesla), o a que se produzcan inversiones adicionales en movilidad sin combustible. Francia y otros países que respaldan la prohibición pueden sonar ambiciosos, pero con la tecnología de energía alternativa mejorando día a día, los viajes libres de emisiones pueden ser posibles antes de lo que la mayoría de nosotros piensa.