Integrante de la familia F-Series, que ha liderado las ventas en Estados Unidos durante cuatro décadas, la camioneta Ford F-150 es el blanco de una demanda por $1.2 billón de dólares presentada por propietarios de modelos 2018 y 2019.
Representados por el estudio de abogados Hagens Berman, los consumidores han presentado una acción judicial colectiva en un tribunal de Michigan, alegando que el fabricante manipuló los índices de rendimiento de combustible.
Según el bufete con sede en Seattle, la marca del óvalo azul sobrestimó en 15 por ciento la eficiencia del vehículo en la carretera y en 10 por ciento el uso de gasolina en trayectos urbanos.
La demanda agrega que la falsa información podría costar a los propietarios más de $2,000 dólares durante la vida útil de su camioneta, estimada en 150,000 millas, equivalente a poco más de 240,000 kilómetros.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) calculó el rendimiento del modelo equipado con motor V6 en 19 millas por galón (8 kilómetros por litro) en la ciudad y 26 mpg (11.1 kml) en la carretera. No obstante, aseguran que las cifras se acercan más a 17 y 22 mpg, respectivamente, o 7.2 y 9.4 kml.
El problema se gestó en septiembre de 2018, cuando una denuncia anónima alertó a la plana directiva de Ford que los empleados a cargo de evaluar la eficiencia en el uso del combustible estaban utilizando métodos inapropiados. La compañía inició una investigación al respecto, que aún está en proceso.
En abril de 2019, el Departamento de Justicia de Estados Unidos abrió una investigación sobre el proceso de prueba que usó Ford para obtener las calificaciones de economía de combustible de la camioneta Ranger, pero la mayor eficiencia de la F-150 no se cuestionó sino hasta que Hagens Berman presentó esta demanda.
Los abogados creen haber desentrañado el engaño. Las pruebas de ahorro de combustible se llevan a cabo en un dinamómetro, que es una especie de cinta gigante sobre la cual se suben vehículos motorizados. Al tratarse de un procedimiento estático, no considera factores relevantes en la conducción real, como la resistencia aerodinámica.
En consecuencia, estas últimas variables se calculan por separado y se suman a los números obtenidos en los ensayos de laboratorio. Según el bufete, el fabricante subestimó esas cifras, como si la F-150 fuese más aerodinámica de lo que realmente es para reflejar mayor eficiencia.
Hagens Berman no mencionó la F-150 con motor V8 ni la variante equipada con el propulsor turbodiésel V6, pero recalcó que «no hay razón para suponer que Ford solo exageró las cifras de la F-150 V6 de 2018″.
La lista de modelos afectados (y, a su vez, la suma de los daños reclamados por los demandantes) debería de aumentar a medida que se desarrollen las pesquisas, puntualizaron los abogados.
“Como probablemente es sabido, no acostumbramos emitir comentarios sobre litigios pendientes. Sin embargo, esto parece ser similar a otras dos presentaciones recientes del mismo bufete de abogados en el mismo tribunal. En cualquier caso, es importante no confundir los reclamos con la validez de los mismos», dijo mediante un correo electrónico un portavoz de Ford a Digital Trends.