La relación de amor entre los consumidores estadounidenses y la F-Series de Ford parece eterna. Pese a vender más de un millón de unidades en 2018, una razonable preocupación ronda por los pasillos de la firma con sede en Dearborn: ¿que sucederá con la camioneta si algún día los clientes optan en masa por vehículos más pequeños y con menor consumo de combustible? Para evitar la debacle, la empresa ha anunciado que agregará la F-150 a su gama eléctrica.
Así lo reveló en el marco del Salón de Detroit el presidente de mercados globales de la compañía, Jim Farley. Según sus palabras, habrá una versión híbrida (respecto de la cual se viene especulando hace años) y otra completamente eléctrica, que sería un producto inédito y sobre el que nadie siquiera había imaginado.
Los detalles técnicos permanecen completamente en la nebulosa. El proyecto está en su etapa de desarrollo embrionario, por lo que Ford no ha sacado a flote las especificaciones de potencia y par, como tampoco señales sobre su eficiencia energética. También se ignora en qué lugar de la alineación se ubicará la eléctrica, aunque no es aventurado suponer que será el último producto amigable con el medio ambiente que sume el catálogo, en el que reinan los ejemplares propulsados por gasolina y diésel.
Ford ha apostado muchas de sus fichas a sus ediciones sustentables para los próximos años. De hecho, la versión híbrida llegará como modelo 2020 a las salas de exposición, aunque no ha revelado cuándo lanzará la primera F-150 absolutamente eléctrica. Lo más probable es que no esté basada en el modelo actual, lo cual sugiere que no llegará sino después del cambio de década. Cuando salga a la venta, enfrentará la competencia de un número creciente de rivales. La mayoría son empresas nuevas que buscan capitalizar la creciente popularidad de los vehículos eléctricos.
Tal como está el mercado, el competidor más serio para la marca del óvalo azul parece ser Rivian, que anuncia novedades para fines del 2020. El emergente fabricante estadounidense presentó un prototipo llamado R1T en el último Salón de Los Ángeles, una robusta camioneta completamente eléctrica y sorprendentemente rápida, que cuenta con una independencia de 400 millas (644 kilómetros) entre cargas. Entre otros rivales, asoman una compañía aún menos conocida llamada Atlis, que emergió de manera muy sigilosa a principios de 2019, y el gigante Tesla. General Motors y Ram (los grandes rivales de Ford) no han anunciado unidades eléctricas, pero la bola de cristal de Digital Trends dice que es solo cuestión de tiempo.