Cuando a fines de 2014 la rediseñada Ford F-150 apareció con caja de aluminio, motivó diversos ataques de sus rivales y más de alguna preocupación entre los compradores de camionetas. Una de las preguntas más importantes fue si el material, que anteriormente se había utilizado principalmente en automóviles de lujo y deportivos de bajo volumen, haría más costosa que la competencia la reparación del modelo más vendido de Estados Unidos. Según Automotive News, sucede todo lo contrario.
El aluminio es más liviano que el acero, por lo que Ford lo usó en la F-150. La firma del óvalo azul estima que la carrocería de aluminio implica un ahorro de de 700 libras (318 kilos) de peso, lo que ayuda a mejorar la economía de combustible. Pero el aluminio generalmente también cuesta más que el acero y es más susceptible al daño. Si la zona de carga del vehículo resultaba ser menos duradera y más costosa de reparar que las de los rivales, Ford habría enfrentado serios problemas.
Pero los temores no resultaron ser ciertos. El Instituto de Datos de Pérdidas de Carreteras (HLDI por su sigla en inglés), que realiza un seguimiento de los costos de los vehículos relacionados con los seguros, determinó que las solicitudes por colisión de las F-150 con aluminio es siete por ciento más baja que la de la anterior caja de acero. Sin embargo, como la frecuencia de las reclamaciones también ha aumentado siete por ciento, no hubo cambios.
Los datos recopilados por el organismo dependiente del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS) mostraron otras claras ventajas de los modelos construidos de aluminio. Por ejemplo, el rediseño de los guardabarros delanteros redujo el tiempo de reemplazo en seis o siete horas. El HLDI también descubrió que el costo total de las piezas para los modelos F-150 de 2015 y 2016 (los dos primeros años del modelo en versión aluminio) fue 16 por ciento más bajo que el ejemplar de 2014, cuya estructura era de acero. Los capós y las puertas traseras son 43 por ciento más baratos, mientras que los parachoques delanteros son 37 más económicos. Sin embargo, los parachoques traseros y los costados de las cajas de carga cuestan más que las piezas de acero del modelo 2014, según la misma fuente.
Con motivo del lanzamiento de la F-150 de aluminio, Ford realizó un gran esfuerzo para que los concesionarios adoptaran la nueva variedad, con el objetivo final de contribuir a reducir los costos de reparación, informó Automotive News. Los distribuidores tuvieron que gastar entre $30,000 y $50,000 dólares en equipos nuevos, que incluían una cortina de goma para separar los trabajos de reparación de aluminio de cualquier acero cercano, puesto que la mezcla es altamente inflamable. Posteriormente, los distribuidores obtuvieron un reembolso de $10,000 dólares por parte del fabricante.
A pesar del dinero adicional que debieron pagar por adelantado y el riesgo de accidentes, la F-150 con cama de aluminio ha funcionado bastante bien para los concesionarios de Ford, según Automotive News. Bob Tomes, un representante de Ford en Texas, dijo a la publicación que el diseño más fácil de reparar y la capacitación brindada por la casa matriz han permitido acelerar los trabajos de refacción y disminuir los costos en hasta $2,000 dólares respecto de unidades construidas de acero que presentan daños similares.
En Detroit, los competidores de Ford también están utilizando aluminio para sus camionetas, aunque no en la misma medida que la compañía del óvalo azul. La Ram 1500 presenta algunos componentes de aluminio, incluido el portalón trasero, pero la mayor parte de la cama es de acero. En su lugar, la filial del grupo Fiat Chrysler (FCA) utiliza un motor híbrido suave como su principal herramienta de ahorro de combustible. La Chevrolet Silverado 1500 tiene el capó, el portalón trasero y las puertas de aluminio, pero los guardabarros, el techo y la cama son de acero, mientras que su gemela GMC Sierra 1500 tiene una mezcla similar de materiales, pero como opcional en el catálogo una zona de carga de fibra de carbono.