Nosotros, tú, y cualquiera podría hacerse la misma pregunta: ¿Por qué poner 707 caballos de fuerza en un auto que aspira también a ser un sedán familiar? ¿A qué se debe este alarde de musculatura, especialmente, en los tiempos que corren?
Las respuesta más probables: Porque se puede. Porque aún es posible. Porque la potencia de un auto nunca estará de más.
Porque la potencia nunca pasa de moda.
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Y ahí está, el Dodge Challenger SRT Hellcat: músculo en su máxima expresión; potencia en estado casi salvaje. Es muy probable que sólo en América sea aún posible concebir un auto que en pleno 2016 —más que señalar un camino a futuro— sea la personificación de la vieja escuela.
No es un auto para cualquiera. Y no lo decimos sólo por su precio de salida ($64, 195 dólares), sino por lo que es. Por lo que tiene, y por lo que representa. Dicho rápidamente: 4,500 libras de peso (más de 2 toneladas), y bajo el capó un motor HEMI SRT Hellcat V8 de 6.2 litros, como ejemplo más extremo de potencia implacable, el cual lo convierte en el auto más potente de la historia.
Con lo dicho hasta aquí, sólo un par de consejos: Si estás dispuesto a gastarte más de $64,000 dólares en este portento, recuerda abrir una cuenta de ahorro especial, porque con ese peso y esa potencia, vas a gastar en gasolina y en neumáticos lo que nunca has gastado en algún otro coche. Y aún así, seguro que vale la pena.
Lo más increíble de todo es que , a pesar de su aspecto y potencia, resulta un vehículo bastante compatible con la conducción en ciudad. En la carretera, su desempeño se da casi por descontado: su motor V8 llega sin mucho esfuerzo a las 200 mph (321 Km/h). Además, para la autopista cuenta con un escape con válvula activa, ideal para producir una nota de escape potente.
Pero claro: no hablamos aquí de una bestia desbocada, ya que el SRT Hellcat cuenta con el paquete de frenos delanteros más grande que se haya ofrecido en cualquier otro vehículo (con rotores de dos piezas Brembo de 390 mm (15.4″), y mordazas de seis pistones para proporcionar un control del calor, capacidad térmica y durabilidad.
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Pero su suspensión activa Bilstein —mejorada para SRT— posibilita tres modos distintos de conducción: calle, deportivo y pista, por lo que puedes ir al supermercado doblando por distintas calles sin sentirte que vas metido en un tanque, sumado esto al increíble confort que sus asientos de cuero (no por nada gastamos $64,000) dan al tacto. Además, el incremento de su peso también redunda en más espacio interior, pudiendo meter a 5 personas cómodamente allí dentro.
El Dodge Challenger SRT Hellcat te permite elegir tu experiencia de manejo. Aunque quizá más correcto sería decir que puedes elegir ser quien quieras ser.
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