Los viajes autónomos estarán disponibles del 9 al 12 de enero, saliendo desde el Centro de Convenciones de Las Vegas. Se antes hará a los pasajeros una exhibición que resaltará las virtudes de los autos sin conductor antes de iniciar el viaje. Después de todo, tanto Aptiv como Lyft tienen —cada uno— un producto que vender. Cada automóvil tendrá un controlador de seguridad en caso de que algo salga mal, así como un host en el automóvil que explicará la tecnología.
Esta demostración en CES 2018 es apenas un subproducto de la actual y compleja red de asociaciones automovilísticas sin conductor. Antes de ser adquirida por Aptiv, la startup de conducción autónoma con sede en Boston NuTonomy tenía su propia asociación con Lyft, y las dos entidades comenzaron un programa piloto de viajes compartidos autónomos en Boston a fines del año pasado. Ahora el propietario de NuTonomy, Aptiv, llega para hacer las cosas por sí mismo.
Las demostraciones de vehículos autónomos no son algo nuevo en Las Vegas. Los fabricantes de automóviles ya han llevado varios vehículos autónomos al CES, y hace unos meses comenzó a operar un servicio de transporte autónomo en la ciudad. Pero se espera que la combinación de conducción autónoma y viaje compartido tenga un impacto mayor de lo que cualquiera de estos factores podría tener por sí solo.
Tanto Aptiv como Lyft están apostando fuerte por la conducción autónoma. Anteriormente, Aptiv era el proveedor automotriz Delphi, pero se reorganizó y renombró para enfocarse más en la tecnología de conducción autónoma. Lyft tiene su propio programa de desarrollo de vehículos autónomos, así como también asociaciones con Aptiv, Waymo, Ford y la startup Five.ai. La compañía espera ofrecer 1,000 millones de viajes por año en autos eléctricos autónomos para 2025.
Transportar a unas pocas personas por Las Vegas probablemente no contribuirá al desarrollo de autos sin conductor en la escala de —por ejemplo— las pruebas realizadas por empresas como Waymo y Uber. Pero podría lograr un objetivo importante: familiarizar a las personas con vehículos autónomos y, potencialmente, hacer que estén más dispuestos a sentarse en un carro sin conductor en el futuro.
