Bien, felicitaciones, has decidido comprar tu primer auto. Estás a unos días, semanas o quizá meses de estrenar, pero la decisión está tomada ya. Sin embargo, comprar un auto, sea uno nuevo o uno usado, típicamente significa un compromiso financiero de suma importancia que no deberías tomarte a la ligera. Hace poco decidí comprar mi primer auto y encontré este fantástico artículo en Slashgear sobre algunos errores básicos que podrías cometer como un novato o novata. ¿Vas a comprar tu primer auto? Entonces evita estos cinco errores básicos.
No compres sin investigar antes
Ok, tal vez sentarte a ver reseñas, leer especificaciones o simplemente comprar precios no sea exactamente lo tuyo. Pero por favor, si te vas a echar encima un compromiso de algunos cientos de miles de pesos o unas cuantas decenas de miles de dólares, hazte un favor e investiga un poco.
Y decimos esto porque, una vez en la concesionaria o tienda en línea lo más probable es que un ejecutivo o ejecutiva de ventas dará seguimiento a tu interés de compra. Su trabajo es vender y muy probablemente la mayor parte de su pago gira en torno a una comisión, así que hará —casi— lo que sea para convencerte de que el auto que está vendiendo es tu mejor opción, aún cuando probablemente no lo sea.
Por ejemplo, ¿quieres un auto eléctrico como el BYD Dolphin? Bien, es un gran auto, pero es para ciudad. Si trabajas en casa y estás pensando en usarlo para ir a ver a tus amigos o familia entre semana a unos cuántos kilómetros de casa, bien, funcionará, pero si piensas en escapadas fuera de la ciudad vas a cometer un error tremendo. Así que investiga y hazlo bien.
No digas no a la prueba de manejo
Si es tu primer auto probablemente tienes poca experiencia manejando. Es más, probablemente ni siquiera sabes manejar. Eso está bien, pero recuerda que antes de correr hay que saber caminar. Y si vas a comprar tu primer auto es básico que te sientas cómodo manejándolo, así que por favor no digas no a la prueba de manejo. Siéntate, disfruta el trayecto y piensa en cómo te sientes con la dirección, la aceleración, el frenado o el espacio en el asiento del conductor o conductora.
Y si no sabes manejar, por favor, antes realiza un curso, aunque sea uno básico. Sería una pena que por tus ganas de correr sin saber caminar acabes en el piso.
No te aceleres por las ofertas
Es muy probable que en la concesionaria te encuentres con una oferta supuestamente inigualable, casi con una oportunidad en la vida. Relájate, porque lo cierto es que esa oferta inigualable probablemente se repita en seis meses o el próximo año. Es más, ¿estás seguro que el descuento es real? Muchas veces las tiendas, incluidas las que venden autos, aumentan el precio de los productos para entonces realizarles un supuesto descuentazo y dejar el precio más o menos en lo mismo que lo que costaba antes del «ofertón».
También, haz cuentas en torno a gastos adicionales como el seguro. Si la oferta es darte un año de seguro gratis, compara el precio del auto sin el seguro con lo que pagarías eligiendo un seguro por fuera. Tal vez la segunda opción te ahorrará algo de dinero.
No compres usado sin ir acompañado de un mecánico o mecánica
Lo decimos porque tu acompañante podrá realizar una inspección visual. El vendedor o vendedora te jurará que al auto no le duele nada, y tú, sin experiencia en autos y por lo tanto en mecánica automotriz, te creerás sus palabras. Lleva a alguien que sepa de mecánica, es más, si es un mecánico o mecánica mejor. Y si no tienes uno (probable porque no tienes auto) pregunta a tus amigos cochistas, seguramente alguien podrá ayudar.
No decidas aceleradamente
No importa cuántas veces tengamos que repetirlo: comprar un auto suele ser una decisión que te traerá compromisos financieros de largo o mediano plazo. Dependiendo de tu fondo financiero quizá el auto permanezca contigo al menos cinco años, así que piensa bien qué decidirás. Infórmate, compara, prueba y, con cabeza fría, compra.