Mientras que empresas como Uber y Apple intentan desarrollar un auto sin conductor, el cofundador de Google, Larry Page, ha invertido en secreto más de $100 millones de dólares de su propia fortuna en un proyecto para crear el primer coche volador.
Según un reporte de Bloomberg, Page fundó la pequeña start-up Zee.Aero en 2010 con la intención de desarrollar el primer vehículo aéreo individual controlado por un ordenador y que pueda despegar de forma vertical desde un jardín de casa.
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Aunque la empresa no forma parte de Google ni de su matriz Alphabet, la publicación afirma que Page está detrás del proyecto.
De acuerdo a Bloomberg, el cofundador de Google también ha invertido en Kitty Hawk, otra start-up con el mismo propósito: desarrollar un coche volador. Sin embargo, el vehículo de Kitty Hawk es un tipo de drone gigante, de forma alargada y con al menos cuatro hélices para desplazarse.
Esta empresa le pertenece a Sebastian Thrun, el padrino de los coches sin conductor de Google X. La compañía de Thrun cuenta con 12 personas, mientras que Zee.Aero tiene 150 empleados.
Ambas compañías tienen sedes cerca a las oficinas de Google en Mountain View, California.
Zee.Aero ya cuenta con dos prototipos de aeronaves que la compañía actualmente prueba en un aeropuerto cerca de Mountain View. Los vehículos utilizan hélices para los despegues y cuentan con alas plegables. Hace años Slashgear publicó una foto de lo que parecía ser uno de los vehículos de Zee.Aero.
Algunos empleados del aeropuerto también han visto pequeñas aeronaves de fuselaje estrecho con hélices en la parte trasera.
Auqnue Page ha mantenido su proyecto en secreto por más de cinco años, anteriormente había admitido que además de la inversión en Internet, era importante trabajar para mejorar la vida, seguridad y el transporte de las personas. Sin embargo, ni Page ni ninguna de las compañías involucradas en el reporte de Bloomberg han querido confirmar los nuevos datos.