Chevrolet acaba de aliarse con Domino’s para que los automovilistas puedan saciar sus antojos de pizza desde sus autos y sin recurrir al teléfono. La aplicación de la cadena de comida ahora se encuentra en Chevrolet Marketplace, la tienda virtual que desde 2017 equipan en América del Norte millones de unidades de la filial de General Motors.
Los vehículos están recibiendo la funcionalidad a través de una actualización de software por aire, en una operación que pretende convertirse en una de las experiencias más exitosas de comercio electrónico.
Los ocupantes pueden acceder a la aplicación Domino’s haciendo algunos clics sobre la pantalla táctil del automóvil. Primero deben configurar un perfil, que implica registrar información básica, como la dirección de entrega y el método de pago que elijan. Una vez que está todo validado, pueden ordenar una pizza para llevar y recogerla en una tienda, o bien solicitar su entrega donde quieran, ya sea una casa, una playa o un parque.
Chevrolet recalcó que esta característica es específica del automóvil y no está ligada al teléfono inteligente del conductor.
Los conductores pueden pagar su orden e incluso darle su propina al repartidor a través de la pantalla tácil del carro, dado que la información de pago queda guardada en la aplicación.
El menú completo de Domino’s está allí disponible, por lo que los más hambrientos no deben temer si, aburridos con el pepperoni, un día desean experimentar con algo más atrevido, como una Cali Chicken Bacon Ranch.
La característica puede sonar un poco frívola, especialmente para quienes no son clientes habituales de Domino’s, pero podría marcar una revolución en la forma en que los automovilistas y sus pasajeros consumen.
Chevrolet y Fiat-Chrysler Automobiles (FCA) son los únicos fabricantes cuyos autos son compatibles con la aplicación. Es solo cuestión de tiempo antes de que esta característica se extienda a las firmas hermanas de Chevrolet, como GMC y Cadillac, y antes de que Ford decida que necesita mantenerse a la par con sus rivales.
A partir de ahora, la firma del óvalo azul tiene dos opciones: puede sumar la funcionalidad a su propio sistema de infoentretenimiento o puede asociarse con, por ejemplo, Burger King o Starbucks, para hacer las cosas de manera un poco diferente y parecer innovadora.
Pero la historia no termina aquí. Mercedes-Benz ya está experimentando con su propia plataforma de comercio electrónico, que permitirá vender cualquier cosa, desde zapatos hasta bombillas. Por lo mismo, no sería extraño que todas aquellas transacciones que hoy se realizan por teléfono estén en la pantalla táctil del carro a mediados de la próxima década.