Pocas cosas superan el magnetismo de los mejores autos deportivos. Combinan potencia con diseños vanguardistas, lujo y tecnología de punta, y prácticamente nadie puede permanecer indiferente. Los fabricantes incluyen además funciones de entretenimiento de alta gama, así como asientos cómodos y algo de espacio de almacenamiento. También vienen en varios estilos, por lo que –si el dinero te lo permite– puedes elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.
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Nuestro favorito
Toyota Supra
¿Por qué deberías comprarlo? Es un cupé divertido, manejable diariamente, que no escatima en rendimiento.
¿Para quién es? Aquellos que quieren un deportivo divertido que puedan manejar todos los días.
¿Cuánto cuesta? +– $50,000 dólares.
Pasamos años esperando que Toyota resucitara la placa de identificación Supra, y la espera valió la pena. Presentado en el Auto Show de Detroit 2019, la quinta generación de este coupé sagrado se destaca con un chasis bien equilibrado y un aspecto llamativo. Eso sí, el emblema de Toyota es un poco engañoso: comparte muchas partes con el BMW Z4.
Esto significa que la potencia del Supra proviene del 3.0 litros de seis cilindros en línea de BMW, un motor turboalimentado que bombea 335 caballos de fuerza y 365 libras-pie de torque. La potencia se envía a las ruedas traseras a través de una transmisión automática de ocho velocidades, también creación de BMW. Toyota aún no ha dicho nada sobre la posibilidad (o no) de contar con una caja de cambios manual en el futuro. Esperamos que sí.
Si bien el Supra tiene poca potencia en comparación con el Z4, todavía realiza el sprint de referencia de cero a 60 mph en 4.1 segundos, lo que es bastante rápido. Toyota reclama una distribución de peso delantera/trasera 50/50, lo que hace que el Supra sea divertido de manejar en la carretera y en la pista. Esto es exactamente lo que se debería sentir a bordo un auto deportivo.
La tecnología es parte de la ecuación, por supuesto. Toyota divide la línea Supra en dos niveles de equipamiento, denominados 3.0 y 3.0 Premium, respectivamente. La lista de características estándar incluye una pantalla táctil de 6.5 pulgadas con conectividad Bluetooth, tapicería Alcantara, suspensión adaptativa, advertencia de colisión frontal, control de lanzamiento y levas de cambio. Los modelos 3.0 Premium se benefician de una pantalla táctil de 8.8 pulgadas, navegación, Apple CarPlay inalámbrico (aunque no Android Auto), un sistema de sonido de 12 altavoces, carga inalámbrica para el teléfono y una pantalla de visualización en color. También con asientos tapizados en cuero calefaccionados.
El mejor Muscle Car
Ford Mustang Shelby GT350R
¿Por qué deberías comprarlo? Porque es la ganga de los modelos de alto rendimiento.
¿Para quién es? Fanáticos de las pistas.
¿Cuánto cuesta? +- $60,000 dólares.
En muchos sentidos, los fanáticos de la automoción deben agradecer la rivalidad interminable entre Mustang y Camaro, rivalidad responsable de buena parte de los autos “musculares” de alto rendimiento que vemos hoy en día. Lo que una vez fue una guerra de caballos de fuerza, hoy se ha convertido en una batalla de tiempos de vuelta más rápidos. Es un mundo extraño en el que vivimos, en donde un Camaro (Z/28) puede igualar a un Porsche 911 GT3. Y los emparejamientos raros se han vuelto aún más extraños, especialmente desde que el Ford Mustang Shelby GT350R ha superado y elevado el umbral de rendimiento del Camaro Z/28.
Si bien es cierto que los Shelbys de años anteriores deben su rendimiento a sus motores, el GT350 está sólo parcialmente definido por su tren motriz, lo que es aún más impresionante, si se tiene en cuenta que se trata de uno de los mejores que Ford ha construido jamás. Los ingenieros consiguieron arrancar 526 caballos de fuerza y 429 libras-pie de torque de un V8 de 5.2 litros. No hay aquí ninguna inducción forzada: solo el motor más potente y naturalmente aspirado (atmosférico) que Ford haya producido jamás, con una línea roja que marca 8,250 rpm. Si anhelas más potencia, Ford también fabrica un Shelby de 760 caballos de fuerza.
Más allá de su motor, el GT350R se diferencia del Mustang regular por una transmisión manual Tremec de 6 velocidades, diferencial de deslizamiento limitado Torsen, amortiguadores magnéticos Ford MagneRide, rotores de freno delantero de 15.5 pulgadas con pinzas Brembo de 6 pistones, discos traseros de 14.9 pulgadas con pinzas de 4 pistones y una altura de conducción reducida. La aerodinámica ayuda, además de que la fibra de carbono le ahorra algo de peso. Todo esto se suma para conseguir uno de los carros de pista más capaces.
El mejor Grand Tourer
Aston Martin DB11
¿Por qué deberías comprarlo? Porque no te dejará con la espalda adolorida después de un largo viaje.
¿Para quién es? Aspirantes a James Bond.
¿Cuánto cuesta? +– $250,000 dólares.
El DB11 es el primer diseño “de hoja limpia” de Aston en más de una década, y eso se nota. Si bien todavía se parece a un Aston Martin —y tiene el rendimiento para respaldar su apariencia— se trata claramente de un automóvil del siglo XXI.
Ya sea que elijas el propio V12 de 5.2 litros con turbocompresor de Aston, o el V8 de 4.0 litros twin-turbo de Mercedes-AMG, el DB11 tiene mucho músculo. El modelo V8 “de nivel de entrada” tiene 503 hp y 513 libras-pie. Aston dice que pasa de 0 a 60 mph en 4.0 segundos, y alcanza una velocidad máxima de 187 mph. Si eliges el V12, obtendrás 600 caballos y 516 libras-pie, disminuyendo el sprint en 0.1 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 200 mph.
La carrocería es preciosa, y para nada compromete su rendimiento. La fuerza aerodinámica es importante para generar el agarre de neumáticos, pero Aston no quería estropear las líneas limpias de su DB11 con spoilers y divisores sobresalientes. Por lo tanto, los diseñadores crearon canales en la misma carrocería, todo para dirigir el flujo de aire alrededor del automóvil de la manera más ventajosa posible.
El DB11 también es un verdadero Gran Tourer, capaz de cubrir largas distancias a altas velocidades sin usar su controlador. Al contrastar los interiores espartanos de algunos otros carros deportivos, la cabina del DB11 es genuinamente lujosa. El auto está configurado para la conducción enérgica, pero el viaje sigue siendo bastante cómodo.
El mejor carro exótico
Lamborghini Huracán Evo
¿Por qué deberías comprarlo? Por su combinación de inteligencia y locura.
¿Para quién es? Creadores de tendencias.
¿Cuánto cuesta? +– $261,000 dólares.
El Lamborghini Huracán Evo combina un aspecto de un póster con la mejor tecnología. Es una versión actualizada del Huracán de nivel de entrada (de ahí el nombre “Evo”), con tecnología adicional. Lamborghini Dinamica Veicolo Integrata (LDVI) utiliza datos de una serie de sensores para predecir los movimientos del conductor y configurar el automóvil. LDVI controla todo, desde la aceleración y la fuerza G lateral, hasta la rapidez con que se cambian los pedales. Si el conductor pasa bruscamente del acelerador al freno, LDVI asume que el automóvil está en una pista y está a punto de entrar en una esquina. El sistema utiliza esta información para ajustar aspectos como la distribución de la suspensión y el par para evitar que el conductor falle. Eso significa que puedes disfrutar de una gran velocidad sin palmas sudorosas.
El Huracán Evo sigue siendo un superdeportivo. Un motor V10 de 5.2 litros produce 640 hp y 443 libras/pie de torque en los modelos de tracción total, lo que permite cero a 62 mph en 2.9 segundos, y una velocidad máxima al norte de 200 mph. Para 2020, el fabricante de automóviles también lanzó un modelo de tracción trasera. Produce menos potencia que la versión con tracción total (610 hp y 413 libras/pie), pero te permitirá disfrutar de su deriva interior.
Los sistemas de información y entretenimiento a menudo llegan tarde a los supercoches, pero éste no es el caso. Una pantalla táctil central presenta gráficos nítidos y es de fácil acceso. El sistema también te permite registrar videos y tiempos de vuelta para que mejorar su conducción (o presumir ante tus sus amigos). Cuenta con Apple CarPlay, pero se espera que Android Auto llegue próximamente. En tanto, Amazon Alexa se agregó para 2020.
El mejor en la relación rendimiento-precio
Toyota 86 / Subaru BRZ
¿Por qué deberías comprarlo? Porque la potencia no lo es todo en un deportivo.
¿Para quién es? Para los que quieren ser dominadores sin nada más que lo básico.
¿Cuánto cuesta? $29,000 dólares (BRZ) y $27,000 (86).
Aunque usan nombres diferentes, el Toyota 86 y el Subaru BRZ son esencialmente el mismo vehículo. Ambos ilustran el hecho de que los autos deportivos no son solo un asunto de velocidad en línea recta y de rendimiento que te dejan con tortícolis. El manejo también es parte de la experiencia. Si quieres una idea perfecta de cómo debería ser el manejo de un coupé deportivo con tracción trasera, no busques más que este dúo japonés.
Son livianos, compactos, con tracción trasera y ofrecen una transmisión manual de seis velocidades. El resultado es un manejo nítido y equilibrado por $30,000. Usan el mismo motor de cuatro cilindros plano, que Subaru diseñó y ajustó a 205 caballos de fuerza y 156 libras-pie de torque. No ganarás muchas carreras de aceleración, pero el de cuatro cilindros está ansioso por acelerar y contribuye en gran medida a la experiencia de manejo.
Hay otras cosas que mencionar. Si a menudo manejas largas distancias, los asientos de cubo te darán dolor de espalda. Busca otra alternativa si necesitas espacio; es un 2+2, no un verdadero cuatro plazas, lo que significa que los asientos traseros son solo para un uso ocasional. Sin embargo, los autos deportivos no son prácticos. Consigue un compañero, carga el equipo de fin de semana y dirígete a tu puerto de montaña favorito.
El mejor sedán deportivo
BMW M5
¿Por qué deberías comprarlo? Porque quieres la máxima potencia sin renunciar al lujo.
¿Para quién es? Para los que quieran volar y pasar desapercibidos.
¿Cuánto cuesta? +– $103,000 dólares.
¿Quién dijo que un automóvil deportivo necesita tener dos puertas? Ciertamente, no nosotros. El diseño generalmente tiene sentido, ya que los autos de dos puertas son a menudo más ágiles y ligeros que los modelos de cuatro puertas: pero hay sedanes fantásticos en el mercado que pueden avergonzar a muchos coupés. El último BMW M5 se destaca como el mejor del lote.
Los puristas aullaron cuando oyeron rumores de que el M5 abandonaba la tracción trasera a favor de la tracción total. Se calmaron cuando descubrieron lo que BMW tenía en la tienda. El motor V8 de 4 litros y turbocompresor del M5 envía 600 caballos de fuerza a las cuatro ruedas en su configuración estándar. No hay opción de transmisión manual, por lo que su única opción es la automática de ocho velocidades. Desde allí, tienes la opción de seleccionar un modo llamado 4WD Sport que canaliza más potencia a las ruedas traseras, o desacopla por completo el eje delantero para enviar a los 600 caballos hacia atrás. En otras palabras, el M5 te ofrece lo mejor de ambos mundos, y no recurre a un modo de drift artificial.
El M5 supera su peso —no insignificante— y alcanza las 60 mph de una parada en solo 3.2 segundos. Aunque no se ve el papel, los diseñadores intencionalmente le dieron un estilo moderado. Y sigue siendo un BMW, lo que significa que el interior está hecho con materiales de primera calidad, ofreciendo una larga lista de características tecnológicas y de comodidad. Manéjalo de manera conservadora y tus acompañantes pensarán que están en un sedán de lujo de alta gama, no en una máquina de alto rendimiento capaz de vérselas con un Ferrari Portofino.
Cómo hacemos estas pruebas
El equipo automotriz de Digital Trends examina los vehículos a través de un proceso de prueba integral. Consideramos las cualidades del exterior y del interior y las juzgamos en función de nuestra experiencia y conocimiento, todo en el contexto de la categoría y el rango de precios del vehículo. La tecnología de información y entretenimiento se prueba exhaustivamente, así como la mayoría de las funciones de seguridad que se puedan poner a prueba en entornos controlados.
Los conductores de prueba pasan mucho tiempo al volante de los vehículos, realizando maniobras en el mundo real, manejándolos en autopistas, carreteras secundarias, así como en circuitos y pistas de carreras, cuando aquello corresponde.
