California vuelve a liderar el camino para la regulación ambiental en Estados Unidos. Hoy, el estado de la costa oeste impulsa un plan de transición para tener en 2040 una flota totalmente eléctrica de autobuses públicos.
La Junta de Recursos del Aire de California (CARB) aprobó un reglamento denominado “Innovative Clean Transit”, el primero de su tipo en el país, en un esfuerzo por reducir las emisiones generadas por el transporte colectivo en el estado.
El sector, según el organismo, es responsable del 40 por ciento de las emisiones de gases responsables del cambio climático, y entre 80 y 90 por ciento de los contaminantes generadores de la polución en California.
Se espera que las agencias de transporte público en California tengan un millar de autobuses eléctricos para 2020, dado que hoy solo son 153 los que cuentan con dicha característica. Además, deben presentar planes sobre cómo harán la transición y solo podrán comprar autobuses con cero emisiones a partir de 2029.
El objetivo es que las 200 agencias de transporte público del estado operen la totalidad de sus flotas de autobuses con cero emisiones para 2040.
Se espera que la implementación total de la regulación reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero en 19 millones de toneladas métricas desde 2020 hasta 2050, el equivalente a sacar cuatro millones de autos de circulación.
CARB también espera una reducción en las emisiones dañinas del tubo de escape, que incluye óxidos de nitrógeno y partículas, en alrededor de 7,000 toneladas y 40 toneladas, respectivamente, durante ese período de 30 años.
Con la regulación Innovative Clean Transit, CARB está buscando beneficios que incluyen aire más limpio y viajes más tranquilos para las personas que toman regularmente el transporte público.
El plan también permitirá que las agencias de transporte ahorren $ 1,5 billón de dólares para 2050, una vez que la infraestructura esté completamente establecida.
Por último, el despliegue de autobuses eléctricos en California generará nuevas oportunidades de empleo, partiendo por la fabricación de los vehículos requeridos.
La medida puede considerarse como un impulso para compañías como Proterra, que se ha ocupado de difundir las capacidades de sus autobuses eléctricos, y BYD, el fabricante chino que instaló una planta de ensamblaje de autobuses eléctricos en California.
Las ciudades del estado han hecho su parte para trabajar por un futuro más limpio, con un ejemplo es la asociación entre Los Ángeles y Proterra para su propia flota de autobuses eléctricos. Sin embargo, la regulación Innovative Clean Transit del CARB hará que los autobuses de cero emisiones sean el estándar y ya no una alternativa.