Byton, una aún desconocida empresa china, presentó su primer automóvil conceptual en la pasada edición del Consumer Electronics Show (CES). Este 2019, ha regresado a Las Vegas para mostrar la última versión de su eléctrico, una que se acerca a un vehículo de producción y que ha mantenido sus características más relevantes.
«El M-Byte de Byton representa la transformación del automóvil tradicional en un dispositivo inteligente de próxima generación al que cualquier usuario puede acceder», dijo el CEO y cofundador de la compañía, Carsten Breitfeld, durante la presentación del modelo.
De sus palabras y las características, se infiere que la asiática está más preocupada por revolucionar la tecnología de infoentretenimiento que por ofrecer un manejo sin igual o más potencia bruta.
Para cumplir con dicho objetivo, exhibirá la pantalla más grande jamás instalada en un vehículo de producción. Denominada pantalla de experiencia compartida (SED), se trata de una unidad curva de 48 pulgadas que se extiende a través de todo el tablero.
Se trata de una unidad de alta resolución, similar a un iPad, orientada horizontalmente y con ocho mosaicos de colores. Hay botones convencionales a ambos lados, que se usan para saltar pistas o estaciones de radio, y configurar ayudas para la conducción, como el control de crucero o para regresar al menú de inicio.
La colosal estructura es una de las características que han saltado directamente del conceptual al prototipo es la amplia pantalla que se extiende a través de todo el tablero. El monitor le entrega al conductor información sobre el automóvil y su entorno (como las instrucciones de navegación y la cantidad de alcance que queda en la batería), y despliega el sistema de infoentretenimiento.
Byton desarrolló el SUV pensando en dotarlo de una conducción autónoma de nivel 4, gracias a lo cual el conductor podría saltar del menú de navegación directamente a Netflix.
Para asegurarle al conductor total acceso al panel, que se extiende a lo ancho de toda la cabina, Byton ha ubicado una pantalla táctil tipo tableta de siete pulgadas en el centro del volante, justo encima de la bolsa de aire.
La unidad horizontal es de alta resolución y recuerda a un iPad. Cuenta con ocho opciones de menú, todo en colores, y no se mueve cuando el conductor gira el volante. Tiene botones convencionales a ambos lados, que se usan para saltar pistas o estaciones de radio, y configurar ayudas para la conducción, como el control de crucero o para regresar al menú de inicio.
El fabricante asiático ubicó un tercer monitor táctil de ocho pulgadas entre los asientos delanteros, que permite que el pasajero navegue en la SED. En tanto, los ocupantes de las butacas traseras podrán disfrutar del entretenimiento con pantallas independientes o bien compartiendo contenido con la principal.
Las pantallas actúan coordinadamente para crear un sistema de infoentretenimiento único en la industria, aunque el tiempo dirá si la idea fue buena o mala. Byton está avanzando a toda velocidad con esta tecnología y lo presentado en CES 2019 es lo que ofrecerá cuando inicie su producción.
Byton recalcó que ha ubicado la SED de modo de no bloquee la línea de visión del conductor. La pantalla ajusta automáticamente su brillo según los niveles de luz, y cumple con los estándares de seguridad en todos los mercados objetivo de la empresa.
Además de ser sensible al tacto, la estructura también responde a los comandos de voz (ofrecidos a través de una asociación con Amazon) y a los gestos detectados por una cámara montada en el tablero.
Entre los proveedores que apoyaron el desarrollo del M-Byte, se cuentan Bosch, que colaboró con la tecnología de los motores, los sistemas de frenos y los sistemas de asistencia al conductor.
Aunque las especificaciones técnicas siguen siendo vagas, el catálogo tendrá dos variantes. La versión base ofrecerá 250 millas (402 kilómetros) de alcance, mientras que el modelo más exclusivo ostentará una autonomía de 320 millas (515 kilómetros) con una sola carga. Si la promesa se hace realidad, el familiar será uno los eléctricos más competitivos del mercado.
Solo sabremos si tanta maravilla es cierta cuando la producción comience a mediados de 2019. El SUV será fabricado en China, mercado que lo tendrá en las salas de exhibición antes de fin de año. Los compradores estadounidenses deberían de esperar hasta 2020 por el suyo.
La compañía espera que los precios comiencen cerca de los $45,000 dólares sin considerar los incentivos. Modelos adicionales (incluido un sedán) podrían unirse al M-Byte en los próximos años.