El Bugatti Chiron no es un automóvil ordinario, y no solo porque tenga 1,500 caballos de fuerza bajo el cofre, cueste $3 millones de dólares, y esté compitiendo por el título del automóvil de producción más rápido del mundo. La naturaleza surrealista de Quirón también se extiende a cosas más mundanas, como las llamadas a revisión.
Bugatti está en proceso de llamar a revisión a un total de 47 Chirons ya entregados (incluyendo 12 en América del Norte) debido a que los soportes de sus asientos pueden haber sido soldados incorrectamente. Y aunque la mayoría de los propietarios de automóviles suelen recibir una carta por correo con instrucciones precisas de visitar su concesionario local lo antes posible, en Bugatti —evidentemente— hacen las cosas de otra manera.
Según Bloomberg, cada propietario de Chiron recibirá la visita de un “Flaying Doctor” que inspeccionará in situ los autos para asegurarse de que todo esté en orden. De ser necesario, el automóvil se cargará en un camión y se enviará al centro de servicio Bugatti más cercano, donde el conjunto del soporte del asiento —o todo— será reemplazado. Como se trata de una retirada por parte del fabricante, todo el trabajo se realizará de forma gratuita.
Al parecer, este es el tipo de servicio que pueden esperar los propietarios que se gastan siete cifras en un automóvil. Si bien cabría esperar un trato especial, el tiempo que tome a Bugatti solucionar el asunto no parece ser el verdadero problema. Y es que la mayoría de los propietarios probablemente no usen sus Chirons a diario, después de todo.
Si bien la mayoría de los Chirons no deben ser manejados con frecuencia, la experiencia de hacerlo siempre será memorable. Al igual que su predecesor Veyron, el último hipercar de Bugatti cuenta con un W16 de 8.0 litros y cuádruple turbo, motor que produce los 1,500 caballos de fuerza antes mencionados, además de 1,180 libras-pie de torque. Definitivamente, es necesario asegurarse que los asientos estén bien sujetos al piso antes de desatar toda esa potencia.
Hasta ahora, el Chiron ha demostrado ser capaz de ir desde un punto muerto a 249 mph y luego volver a 0 mph en poco menos de 42 segundos, dando brevemente a Bugatti un récord mundial hasta que Koenigsegg lo superara. La verdadera pregunta es si el Chiron puede alcanzar la velocidad máxima más alta que cualquier otro automóvil de producción.
En Bugatti están convencidos de que su Chiron superará la velocidad máxima de 267 mph del viejo Veyron Super Sport, pero eso no ha sido verificado independientemente. El Super Sport sigue siendo considerado el auto de producción más rápido del mundo por Guinness World Records. Un Hennessey Venom GT alcanzó las 270 mph en 2014, pero debido a que el auto no hizo la prueba en ambos sentidos de la pista —para compensar el viento— Guiness no lo reconoció. Hennessey ahora está preparando un automóvil aún más rápido llamado Venom F5, y apunta a las 300 mph. Como se ve, la fiesta de la velocidad no parece tener fin.