Los futuros vehículos autónomos pueden pasar más tiempo cargando paquetes que las personas. Varias compañías, desde grandes fabricantes hasta pequeñas firmas emergentes, están experimentando con vehículos de reparto automáticos. El último es Boxbot, que fue desarrollado como un vehículo eléctrico autónomo para las llamadas «entregas de última milla».
Boxbot se fundó en 2016 y afirma tener veteranos de Uber y Tesla en sus filas. Su vehículo autónomo no parece ser muy distinto de los de otras startups, pero esa no es toda la historia. La empresa considera que los vehículos de reparto autónomos son solo una parte de una red mucho más compleja, que también incluirá vehículos impulsados por humanos.
Así como los gigantes del comercio minorista, que manejan grandes centros de distribución en ubicaciones estratégicas, Boxbot planea establecer «centros locales automatizados» como bases para sus vehículos de entrega. Estos centros serán relativamente pequeños y estarán estratégicamente ubicados cerca de las áreas residenciales.
Con esta idea, la compañía hará que sea más fácil para los minoristas ofrecer el envío en el mismo día o dentro de las primeras 24 horas, y ofrecerá a los clientes más flexibilidad, de acuerdo con Boxbot. La puesta en marcha planea permitir que los clientes programen las entregas cuando lo deseen, incluso de noche.
Tanto los vehículos autónomos como los impulsados por humanos operarán desde los centros de Boxbot. Estos últimos se utilizarán para pedidos de mayor valor, los que usualmente requieren de una firma.
Boxbot se está asociando con la compañía de logística OnTrac para probar durante este verano boreal sus vehículos automáticos en sectores del norte de California. Los clientes a los que se les entreguen paquetes a través del programa piloto, recibirán un mensaje de texto con un código único para recuperar las entregas desde los vehículos.
Una de las desventajas de los vehículos de entrega autónomos es que no hay nadie a bordo para llevar los paquetes directamente a la puerta. Ford cree que puede ser capaz de resolver ese problema equipando furgonetas de reparto con robots.
Varias otras empresas están probando vehículos de entrega autónomos. Las startups Udelv y Nuro están ejecutando programas piloto de entrega autónoma de comestibles, mientras que Ford se ha asociado con Walmart para estudiar dicha área de negocios.
Estos servicios de entrega podrían permitir a las compañías demostrar la viabilidad de los vehículos autónomos sin tener que convencer a un público escéptico para que los use, lo que -en última instancia- facilitaría la implementación de esta tecnología a gran escala.