Bosch ha encargado a la inteligencia artificial -en específico a la «de enjambre»- monitorear la rapidez con que las baterías de los vehículos eléctricos se agotan. Basada en la nube, esta tecnología tiene el potencial de mantener a los automóviles en la carretera durante más tiempo, al reducir el desgaste de las celdas. En última instancia, la iniciativa ahorrará dinero a los conductores.
Actualmente, la proveedora alemana de partes y piezas está testeando las potencialidades de esta tecnología con DiDi, el “Uber de China”, como parte de un programa piloto.
Al igual que en las computadoras portátiles y los teléfonos inteligentes, las baterías de los carros van perdiendo la capacidad de mantener la energía a medida de que envejecen. Esto es precisamente lo que Bosch espera abordar. El software monitorea continuamente las celdas individuales que conforman un paquete de baterías de iones de litio, recopila datos sobre ellas y envía la información a la nube. El sistema genera una alerta cuando detecta que una célula está envejeciendo demasiado rápido.
Mediante un comunicado, Bosch sugirió –citando previsiones de expertos- que la vida útil promedio de las baterías de iones de litio es de entre ocho y 10 años, o entre 500 y 1.000 ciclos de carga. Así, los fabricantes calculan una garantía que oscila entre 60,000 y 100,000 millas (100,000 y 160,000 kilómetros) para el paquete.
Varios factores y situaciones hacen que una célula envejezca prematuramente. La carga rápida de forma regular es una excelente manera de matar una batería, ya que recibe energía con demasiada frecuencia. Bosch también señaló entre los culpables las temperaturas en ambos extremos del termómetro y un estilo de conducción excesivamente deportivo.
De acuerdo a Bosch, los sistemas convencionales de administración de baterías integrados en los vehículos eléctricos monitorean y administran las celdas de la batería, pero se limitan a asegurar operaciones confiables y una recarga uniforme.
En cambio, su software vigila varios parámetros, incluso si la batería está recibiendo demasiada electricidad o se está calentando demasiado, y luego configura un proceso de carga a la medida. Por ejemplo, podría decidir no descargar la batería que se halla a toda capacidad si hace demasiado calor o frío afuera. La inteligencia de enjambre permite que, con el tiempo, el programa se vuelva “más inteligente”, al identificar similitudes entre los paquetes de baterías.
“Bosch está conectando baterías de vehículos eléctricos con la nube. Sus servicios basados en datos nos permiten mejorar sustancialmente el rendimiento de las mismas y prolongar su vida útil”, recalcó Markus Heyn, miembro del consejo de administración de Robert Bosch GmbH.
La investigación preliminar muestra que esta tecnología puede extender la vida útil de un paquete en hasta 20 por ciento, mientras que brinda a los propietarios de vehículos eléctricos una estimación precisa de su vida útil.
La batería es el componente más caro de uno de estos carros. Construirlo es un proceso costoso e intensivo en recursos, lo que explica por qué la versión eléctrico de un Kia Soul, por ejemplo, cuesta mucho más que una equipada con un propulsor a gasolina. Cuanto más tiempo dure la batería, más tiempo disfrutarán los propietarios sin tener que gastar dinero en una batería o un auto nuevo.
Cuando los motores de combustión interna empiecen verdaderamente su retirada y los eléctricos comiencen a tomar la posta, los datos de la batería en la nube podrían ser tan importantes para los compradores de autos usados como hoy lo son los servicios que presta Carfax.
Finalmente, Bosch anunció que en el futuro “ofrecerá a los fabricantes de automóviles estrategias innovadoras de recarga” complementarios apoyados en la inteligencia artificial. Con el monitoreo en tiempo real, basado en procesos especialmente “amables” con la batería, deberían de mejorar tanto la capacidad como la vida útil de la misma.