Audi está entrenando a sus carros el lenguaje de los semáforos. La compañía alemana comenzó a ofrecer tecnología que daba información sobre estas señales de tránsito en 2016, y este año agregó características inteligentes que les dicen a los conductores cuándo se pueden poner en marcha o cuándo la luz está a punto de ponerse en rojo.
Para los propietarios, representa un considerable beneficio, porque esta tecnología ahorra combustible, hace que los viajes diarios sean menos estresantes y, de paso, allana el camino para una conducción más suave en los vehículos autónomos.
El aviso de velocidad optimizada para la luz verde (Glosa, por sus siglas en inglés) obtiene datos de los semáforos conectados a internet e informa a los conductores de Audi la velocidad precisa a la que deben viajar para evitar que la próxima señal esté en rojo.
Por ejemplo, un conductor que circula a 30 mph (48 kph) puede necesitar esperar unos segundos para que se encienda una luz roja. Glosa detecta esto y le recomienda circular a 25 mph (40 kph) para evitar detenerse. La información viaja de forma inalámbrica en fracción de segundos entre el automóvil y el semáforo.
Glosa se basa en la tecnología de información de semáforos de Audi, que le dice a los conductores cuánto tiempo deben esperar hasta que la señal se vuelva verde. La cuenta regresiva se muestra en el panel de instrumentos digitales o en la pantalla de visualización superior, para los automóviles que cuentan con uno.
Se trata de una característica muy cómoda, dado que a nadie le gusta detenerse en una luz roja, pero también permite ahorrar combustible, ya que cada aceleración al momento de un arranque gasta más gasolina que una marcha suave.
En el largo plazo, Glosa ayudará a Audi a lanzar vehículos autónomos con la capacidad de poner a prueba los semáforos para planificar su próximo movimiento. Esto los hará más seguros, y garantiza que los pasajeros disfruten de un viaje suave y sin sacudidas.
Hasta febrero de 2019, Audi identificó que 4,700 intersecciones en 13 áreas metropolitanas de Estados Unidos eran compatibles con esta función. Las ciudades en las que funciona son Denver, Dallas, Las Vegas, Los Ángeles, Ciudad de Nueva York, Kansas City, Portland San Francisco, Houston, Washington DC, Phoenix (Arizona) y algunas partes del norte de Virginia, así como Gainesville y Orlando, en Florida.
Los legisladores de Estados Unidos están trabajando mano a mano con los principales actores de la industria automotriz para integrar la tecnología de «vehículo a cualquier cosa» (V2X) a la infraestructura, por lo que es razonable asumir que este sistema de Audi estará disponible en otros lugares en los próximos años.
«Algunos de los sistemas de control de señales se administran a nivel local, mientras que otros son administrados por el departamento de transporte del estado», explicó a Digital Trends el estratega senior de conectividad de Audi, Balaji Yelchuru.
“Los controladores de señal suelen durar entre 25 y 50 años. No todos tienen la capacidad de estar conectados a la nube», agregó. Afortunadamente para la subsidiaria del grupo Volkswagen, muchas ciudades en los Estados Unidos están dispuestas a invertir en la actualización de sus sistemas de control de señal para que puedan comunicarse entre sí y con los automóviles conectados a internet.
«Una de las mejoras futuras que podríamos pensar en este momento es tener en cuenta la información del semáforo en la navegación. Conocemos los retrasos de la señal en una ruta determinada, por lo que podemos optimizar la ruta para minimizarlos. Podría tener un gran impacto en ciudades como Washington DC, donde tiene muchas señales. Además, podría ser esencial para disminuir los tiempos totales de viaje «, explicó Yelchuru.
Según reveló el experto, la compañía con sede en Ingolstadt está planeando la implementación de su sistema en Canadá. «Hay una hoja de ruta para un lanzamiento global en otras ciudades, incluidas algunas de Europa”, finalizó.
La firma también está planeando otros usos. De cara al futuro, la tecnología de información de semáforos y Glosa podrían comunicarse directamente con el sistema de detención y arranque del automóvil para decirle cuándo apagar el motor y cuándo arrancarlo, y podría ayudar al sistema de navegación a encontrar la ruta más rápida.