Una curiosa respuesta entregó el CEO de IA de Google, Demis Hassabis, cuando en una entrevista reciente con Steven Levy de Wired, se le preguntó sobre su búsqueda de comprender la «naturaleza de la realidad» y si para eso había necesitado de ácidos alucinógenos como el LSD.
Esto además tiene un contexto, y es que varios altos ejecutivos de Silicon Valley y del mundo de la tecnología han admitido el consumo de drogas en algún punto de sus carreras para ayudar a la productividad. De hecho, son famosos algunos retiros con ayahuasca y algunos grandes empresarios como Bill Gates o Sam Altman, que han reconocido algún consumo esporádico.
Ahora, volviendo al punto inicial y respondiendo a la pregunta del periodista de Wired, Hassabi comentó que nunca ha consumido LSD.
«No lo hice así», dijo Hassabis. «Lo hice a través de mis juegos y leyendo muchísimo cuando era niño, tanto de ciencia ficción como de ciencia».
Hassabis se propuso desde niño comprender mejor el universo, y la búsqueda continúa. Espera que la IA y, eventualmente, la inteligencia artificial general lo ayuden a alcanzar su objetivo. Si bien algunos líderes tecnológicos han hablado sobre el uso de psicodélicos, Hassabis dijo que está «demasiado preocupado por los efectos en el cerebro».
«He afinado mi mente para trabajar de esta manera», dijo. «Lo necesito para el lugar al que voy».
¿Cual es ese lugar al que va Hassabi?: justamente el santo grial de la IA, la famosa AGI (inteligencia artificial general), capaz de ponerse a la par de los humanos: un tipo de IA que permite comprender, aprender y realizar tareas intelectuales de forma muy parecida al cerebro y de aprender de manera autónoma de esas experiencias.