Una nueva jornada inédita e histórica sobre el fenómeno OVNI se vivió este miércoles 26 de julio en el Congreso de Estados Unidos, luego de que tres ex militares de las fuerzas armadas norteamericanas testificaran sobre avistamientos de “fenómenos aéreos sin identificar” (UAP) e incluso de evidencia de que el Pentágono esconde naves alienígenas.
Los miembros de la subcomisión de Seguridad Nacional, Frontera y Asuntos Exteriores del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes escucharon durante más de cuatro horas a los testigos sobre sus experiencias con objetos no identificados: David Grusch, ex oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea; David Fravor, comandante retirado de la Marina; y Ryan Graves, expiloto de la Armada.
El republicano Glenn Grothman (Kentucky), presidente del subcomité, comenzó la sesión con la aspiración de acabar “las salvajes especulaciones sobre la naturaleza de los ovnis, que no benefician a nadie, a base de hechos”.
Ryan Graves abrió los fuegos: “mientras estamos hablando, nuestro cielo está lleno de UAP, cuya existencia no se denuncia lo suficiente. Los avistamientos no son raros, ni aislados. Son la rutina. El estigma de los UAP es real, y plantea un desafío poderoso a la seguridad nacional”, sentenció al principio de su declaración escrita.
Testimonio de Graves:
Contó que para él todo empezó en 2014, cuando era piloto de F-18 y vio, durante un vuelo que partió de la costa Este a la altura de Virginia Beach, un “cubo gris oscuro o negro dentro de una esfera transparente que se acercó a 15 metros del avión que encabezaba la flotilla. Calculamos que tenía entre 1,6 y 3 metros de diámetro”. “Pronto”, continuó, “esos encuentros se volvieron tan frecuentes que discutíamos el riesgo de encontrarnos con UAP como parte de la preparación al vuelo”. A una pregunta de Grothman, aportó luego una solución compartida por los presentes: “Permitir a los pilotos, tanto militares como comerciales, que denuncien lo que ven sin temor a las represalias”.
Testimonio de Grush
Trabajó por más de 14 años en los servicios de inteligencia, también en el programa de UAP del Pentágono, creado en 2020. Al año siguiente comenzó a hablar, “tras conocer informes preocupantes de múltiples compañeros y de militares respetados y acreditados en activo o retirados que dejaban claro que el Gobierno opera en este asunto en secreto, sin la supervisión del Congreso”. Esa decisión lo llevó, según afirmó, a sentir que había “puesto su vida en peligro”. “Y ciertamente, ha habido colegas míos brutalmente represaliados administrativamente por hablar”, añadió el confidente, que calcula que por esos motivos solo el 5% de los avistamientos son denunciados.
Robert García, representante demócrata por California, que pidió al comité que afrontara el asunto con “mente abierta”, le preguntó a Grusch si creía que el Gobierno tenía algunos UAP en su poder.
“Absolutamente, sí, me lo confirmaron 40 testigos a lo largo de cuatro años”, respondió este. “¿Y sabe dónde pueden estar?”, continuó García. “Lo sé, y así se lo reporté a las autoridades correspondientes”, repuso el testigo, que no compartió esa información en la audiencia.
Cuando se le preguntó si el gobierno de Estados Unidos tenía información sobre la vida extraterrestre, Grusch dijo que Estados Unidos probablemente ha estado al tanto de la actividad «no humana» desde la década de 1930.
El Pentágono ha negado las afirmaciones de Grusch de un encubrimiento. En un comunicado, la portavoz del Departamento de Defensa, Sue Gough, dijo que los investigadores no han descubierto «ninguna información verificable para corroborar las afirmaciones de que algún programa relacionado con la posesión o ingeniería inversa de materiales extraterrestres haya existido en el pasado o exista actualmente». La declaración no abordó los ovnis que no son sospechosos de ser objetos extraterrestres.
Testimonio de Fravor
En 2004 David Fravor participó en unas maniobras de entrenamiento como piloto de un Strike Fighter en la costa de San Diego. En un determinado momento, un controlador les comunicó que había que suspender la misión, porque llevaban un par de semanas topándose con artefactos que bajaban como el rayo de los 80.000 a los 20.000 pies y se quedaban a esa altura durante horas.
Entonces, contó Fravor, apareció un objeto blanco “que se movía muy abruptamente sobre el agua, como una pelota de ping-pong”. “No soy un fanático de los ovnis”, confesó, “pero les diré que lo que vi durante un período de cinco minutos es algo que nunca, antes o después, he visto. Era una tecnología increíble”. Definió ese encuentro como “el más importante avistamiento de un UFO de la historia”, y advirtió de que no cree que esa tecnología esté “al alcance de ningún país sobre la faz de la Tierra”.