Quizá quieres potenciar el escuálido sonido que sale de tu nuevo televisor, o simplemente escuchar tus canciones favoritas en todo su esplendor; comprar los altavoces indicados (o bocinas, o parlantes, si lo prefieres) puede ser una experiencia complicada incluso para los expertos en audio.
Y no solo hablamos aquí de un tema de presupuesto, sino que hay tantos tipos disponibles –desde maravillas inalámbricas que funcionan a través de Wi-Fi, hasta altavoces con cable tradicionales de todas las formas y tamaños– y en una amplia variedad de formas, modelos y configuraciones.
Esta guía no solo te guiará a través de las principales opciones disponibles, sino que también describirá las aptitudes y aplicaciones más preciadas de cada tipo de altavoz, todo para que así puedas así reducir el campo de acción y elegir lo que más le convenga.
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Altavoces de pie
Como su nombre lo indica, estos altavoces están diseñados para ponerlos sobre el suelo. También conocidos como “torres”, a menudo incluyen varios controladores, junto con uno o más tweeters, lo que les permite abarcar una amplia gama de frecuencias. Si bien los altavoces de pie modernos pueden ser grandes (dependiendo del tamaño de los controladores utilizados), también se pueden encontrar en diseños más finos.
Verás mucho este tipo de bocinas en las configuraciones de home theater, especialmente en los más caros. Para muchos entendidos, siguen siendo las mejores opciones para escuchar música. Su rango de precios es amplio, y aunque encontrarás modelos por menos de $100 dólares (por bocina), verás modelos de gama superior que pueden llegar a costar miles, o incluso decenas de miles de dólares.
Muchos de estos altavoces de pie cubren el suficiente espectro de frecuencia para no necesitar de un subwoofer, pero por ello necesitarán ser más grandes. Para la mayoría de los fanáticos del audio, se puede elegir entre torres más grandes y sin subwoofer, o torres más finas (y más cortas) junto con un subwoofer que agregue potencia adicional a las frecuencias más bajas.
En todo caso, los altavoces de pie son relativamente pesados en comparación con otros modelos y también suelen ocupar algo de espacio, cosa que puede incomodarte si tu hogar no es lo suficientemente espacioso.
Altavoces de estantería
Como su nombre lo indica, los altavoces de estantería requieren de un poco de mobiliario para poner las frecuencias altas primarias al nivel de tus oídos, como soportes para parlantes o (lo adivinaste) una estantería. La mayoría de estas bocinas tienen un woofer principal de aproximadamente cinco pulgadas de diámetro, así como un tweeter de una pulgada en configuración de dos vías, aunque algunos, como los Uni-fi UB5 de ELAC, ofrecen un trío de controladores en una configuración cruzada de tres vías. Si bien no suelen tener la misma fidelidad que una bocina de pie, todavía tendrás mucho sonido y de buena calidad.
A diferencia de los modelos de pie —algunos de los cuales proporcionan suficientes graves para que el subwoofer sea opcional— la mayoría de los oyentes querrán agregar un subwoofer para una configuración 2.1 y cubrir mejor el rango de frecuencias, especialmente para escuchar televisión y cine. Los altavoces de estantería no requieren la misma cantidad de potencia de amplificación que algunos altavoces de pie, pero igual querrás asegurarte de estar utilizando un receptor o un amplificador de calidad para obtener los mejores resultados. Si bien son fáciles de ubicar, los modelos de estantería requerirán de tus habilidades de “cableo”, lo cual puede significarte alguna que otra limitación.
Las bocinas o altavoces de estantería son bastante flexibles. Puedes usarlos como parte de una configuración de sonido envolvente, usar un par de ellas en estéreo o, de nuevo, agregar un subwoofer para un rendimiento dinámico en todo el rango de frecuencia. Los precios son también muy flexibles: encontrarás bocinas muy decentes a $100 el par, aunque si deseas un sonido de alta calidad, deberás gastarte unos $500 o más.
Altavoces satélite (Surround)
Las bocinas o altavoces satélite (o envolventes) son generalmente más pequeños que los de estantería, con un woofer de unas cuatro pulgadas emparejado con un tweeter pequeño, lo que les permite ubicarse fácilmente en soportes pequeños, así como montarlos directamente en la pared. Esto los convierte en una excelente opción, si lo que estás armando un sistema de sonido envolvente en una sala donde el espacio no es muy grande. Son también ideales si buscas ocultarlos, o hacer que se mezclen con tu decoración.
Si son pequeños no traen graves, pero lo cierto es que se usan principalmente en sistemas de sonido envolvente y, como tales, a menudo se combinan con un subwoofer y otros altavoces, como los de estantería. Y ojo, que también requieren de cableo, o lo que viene a ser lo mismo, de tus habilidades para conectar y después esconder los cables.
Como se mencionó anteriormente, los altavoces o bocinas satélite tienen muchos usos, y son ideales para el cine en casa, aunque no tanto para escuchar música. La calidad dependerá de lo que pagues, aunque un par decente de bocinas satélite se ubican en un rango de $50 a $100 dólares, subiendo rápidamente a partir de aquí.
Subwoofers
Un componente integral de cualquier sistema de cine en casa que merezca ser llamado como tal serán los subwoofers (o subs), algo así como la guinda de la tarta de tu sala de audición y el «.1» en tu estéreo o configuración de sonido envolvente. Estos altavoces generalmente incluyen una bocina con forma de caja que contiene un solo controlador (generalmente de 8 a 16 pulgadas de tamaño), un puerto de graves y la amplificación integrada (aunque vienen en otros factores de forma, incluidas las configuraciones de dos controladores). Dado que prácticamente todos los subs modernos son autoalimentados, solo requieren de una señal de sonido de tu amplificador o receptor AV a través de un cable RCA. En las llamadas barras de sonido, a menudo vienen en configuración inalámbrica.
Los subwoofers solo manejan la carga de graves, reproduciendo las frecuencias más bajas en tu señal de audio (generalmente, de 0 a 250 Hz). Como tales, están especializados en dar una respuesta de graves muy buena, y los mejores de ellos agregan una capa crucial a tu sistema de sonido, ya sea en una configuración envolvente completa o una estéreo 2.1.
Puedes encontrar subwoofers más que decentes en un rango de precio de $100 a $200 dólares, aunque si eres de oídos exigentes, te recomendamos mantener la calidad en concordancia con el resto de tu sistema, ya que un subwoofer de alto rendimiento puede acelerar tu experiencia auditiva en innumerables aplicaciones.
Sistema de sonido envolvente
Con una combinación específicamente dispuesta de las bocinas anteriores, un sistema de sonido envolvente (Surround) es la mejor forma de llevar la emoción del cine a tu sala de estar. La más básica es la configuración 5.1, que comprende 6 bocinas, incluyendo un altavoz de canal central para el diálogo, un par de bocinas izquierda y derecha en el frente (generalmente un par de altavoces o bocinas de pie), un par de bocinas de altavoces envolventes en los lados, en la parte posterior de la posición de escucha (generalmente, un par de satélites o de estantería), y, por supuesto, un subwoofer.
Sin embargo, la configuración 5.1 es solo el comienzo, ya que las configuraciones más modernas admiten múltiples canales adicionales para crear una inmersión de sonido envolvente más cautivadora, incluidos los «canales de altura» para contenido Dolby Atmos y DTS:X, que ofrecen una tercera dimensión de sobrecarga de sonido para un efecto hemisférico.
Para experimentar el sonido envolvente, además de las bocinas, también necesitarás (¡por supuesto!) un receptor AV multicanal. Afortunadamente, esto no es un imposible en los días que corren, ya que puedes obtener un receptor de calidad con soporte Atmos y DTS:X por $500 dólares, o incluso menos.
Altavoces Atmos
Como se describió anteriormente, los altavoces Atmos y DTS:X agregan una mayor dimensión a tu configuración de sonido envolvente para la inmersión sonora 3D. En general, hay de dos tipos: altavoces montados en el techo, y aquellos que hacen rebotar el sonido en el techo.
Este segundo tipo con conexión se ha convertido en la forma más popular de agregar Atmos a una configuración de sonido envolvente, ya que no requieren instalación especial ni agujeros en el techo. En su lugar, un controlador colocado en ángulo sobre el altavoz hace simplemente rebotar el sonido directamente en el techo. La configuración de sonido envolvente Atmos más básica agrega dos altavoces Atmos a un sistema 5.1, representado como una configuración 5.1.2, la cual sube desde allí. El precio varía según el modelo y el diseño.
Mientras que muchas bocinas nuevas ya vienen con controladores Atmos integrados en la parte superior del gabinete de la bocina, para aquellos que ya tienen un sistema envolvente hay también una amplia selección de altavoces Atmos adicionales disponibles, diseñados para —simplemente— ponerlos sobre sus bocinas actuales y dejar que el sonido de rebote en el techo antes de llegar a tus oídos. Estos altavoces adicionales generalmente comienzan en $100 o $200 dólares, y suben a partir de ahí.
Altavoces autoamplificados
Como su nombre lo indica, los altavoces autoamplificados (también llamados alimentados o activos) vienen con amplificación incorporada, lo que significa que no requieren conexión a un amplificador o receptor AV. Están disponibles en una amplia variedad, tanto con cables como inalámbrica, y a menudo incluyen transmisión a través de Bluetooth o wifi para un sistema de sonido todo en uno. Los altavoces a veces pueden tener acceso integrado a servicios de transmisión como Spotify y Pandora. Las versiones con cable a menudo se utilizan como sistemas de sonido suplementarios para computadoras, dirigidos a jugadores y fanáticos del cine y las series que pasan mucho tiempo en sus PC.
Ya sean cableados o inalámbricos, los altavoces autoamplificados naturalmente agregan un poco más al resultado final. Dicho esto, todavía puedes conseguirlos por una ganga, dependiendo de lo que necesites. Si solo los quieres para tu computadora, encontrarás altavoces con cables muy buenos por $100 o $200 dólares, precio que aumentará en las versiones inalámbricas.
Como es de esperar, la discrepancia de precios entre los altavoces “activos” y “pasivos” aumenta en los modelos de alto rendimiento. Los LS50 de KEF cuestan alrededor de $2,200 en su versión inalámbrica, mientras que la versión pasiva se puede obtener por cientos de dólares menos. Dicho esto, el hecho de que la conexión a la red y la amplificación sean tan útiles ayuda a justificar el precio, y los altavoces autoamplificados son cada vez más requeridos por aquellos que no quieren comprar un amplificador o receptor de AV por separado.
5.1 Sistemas de Altavoces Autoamplificados
Estos son básicamente los altavoces con activos mencionados anteriormente, pero en sistemas de más de uno y con subwoofer incluido. Este tipo de sistema tendrá un caso de uso limitado, con sus más y sus menos. Por el lado positivo, no necesitas un amplificador para usarlos y, dependiendo de los altavoces que elijas, puede terminar con un sistema de sonido bastante bueno. Algunos sistemas con alimentación 5.1 también son inalámbricos, lo que significa que no necesitarás instalar cables por toda la habitación.
Por el lado negativo, ya que cada altavoz requiere alimentación de una toma de corriente, deberás colocarlos cerca de enchufes, o usar muchos alargadores. Es un problema menor si el sistema emplea un cable para suministrar la señal y la alimentación a todos los demás altavoces.
Como tal, este tipo de sistema no es deseable para la mayoría de las personas, ya que tanto las barras de sonido con parlantes satelitales como los sistemas de cine en casa ofrecen casi todas las mismas ventajas en un diseño más simple. Por otro lado, si estás buscando altavoces para una PC de juegos, o si usas una PC para alimentar tu sistema de cine en casa, puede ser una buena opción.
Monitores de estudio
A menudo denominados simplemente monitores, estos altavoces son generalmente más grandes que los altavoces de estantería, pero más pequeños que los altavoces de pie. Si bien puedes usarlos como altavoces de propósito general, suelen tener una respuesta de señal más plana que la mayoría de los otros altavoces de esta guía, lo que significa que sonarán más precisos que la grabación original. Esto es por su diseño, ya que están destinados a exponer las fallas a los profesionales del audio en las grabaciones, pero también significa que puede que no sean los altavoces ideales para relajarse y escuchar tus canciones favoritas.
Los monitores de estudio vienen en modelos pasivos –requieren amplificación– y también en versiones autoamplificadas. Si buscas algunos para comprar, verás más de estos últimos. Los monitores de estudio a menudo solo tienen conexiones para su uso con equipos de audio profesionales, como XLR y TRS, por lo que necesitarás de una interfaz de audio para usarlos con tu computadora.
Fuera de los estudios profesionales, los músicos y amantes de las grabaciones caseras conforman la clientela habitual de estos altavoces. Un par de monitores decentes comienza en alrededor de $200 o $300 dólares el par, aunque los precios suben rápidamente desde allí, y algunos llegan a costar varios miles de dólares.
Barras de sonido
Las barras de sonido son una de las soluciones de cine en casa más simples y convenientes que existen. Además, son exactamente lo que su nombre indica: dispositivos en forma de barra cargados con altavoces. Las barras de sonido están diseñadas para descansar debajo o delante de tu televisor, y su tamaño relativamente pequeño y poco peso les permiten montarse en la pared para mayor comodidad. Los modelos de gama alta incluso admiten opciones más avanzadas, incluidas tecnologías de audio 3D como Dolby Atmos y DTS:X.
Las barras de sonido generalmente vienen con un subwoofer inalámbrico para bajos mejorados, y a menos que tu espacio sea extremadamente limitado, esto es lo que se recomienda en la mayoría de los casos, ya que es probable que no tengas el extremo bajo. A menos que optes por un modelo más caro que incluya altavoces satélite adicionales, no encontrarás barras de sonido tan inmersivas como un sistema de sonido envolvente completo, y algunas de ellas –especialmente los modelos de menor precio– no son precisamente lo mejor para escuchar música.
Aun así, si estás buscando actualizar los altavoces integrados en tu televisor para una experiencia más inmersiva de tus series y películas, las barras de sonido son una opción simple y asequible, especialmente útil si tienes espacio limitado. Si bien encontrarás modelos que cuestan más de $1,000 dólares, también hay muchas barras disponibles por $100 dólares, más o menos, lo que les permite ajustarse prácticamente a cualquier presupuesto.
Bases de sonido (Soundbase)
Más grande y robusta que una barra de sonido, una soundbase o base de sonido está diseñada para ponerse debajo de tu televisor o incluso actuar como soporte. Las bases de sonido comparten muchas de las ventajas de las barras de sonido, como una configuración fácil y una huella relativamente pequeña, pero producen un sonido más completo. Esto no significa (necesariamente) que no necesitarás de un subwoofer, aunque muchos modelos todavía los ofrecen.
Las soundbases son generalmente más estrechas que las barras de sonido, lo que equivale a una menor separación estéreo. Por este mismo motivo, también es menos probable que encuentres bases compatibles con Dolby Atmos o DTS: X. También deberás fijarte en encontrar un modelo que se ajuste bien bajo de tu televisor, especialmente si éste tiene patas en los lados en lugar de un elevador o base en el medio.
Al igual que una barra de sonido, una soundbase es una buena opción para actualizar el sonido de tu televisor, especialmente si la piensas poner en una en una habitación donde un subwoofer no sería práctico. Tampoco tendrás que pagar mucho. Si bien hay modelos caros, encontrarás bases de sonido muy buenas que se venden por unos $250 dólares, aproximadamente.
Sistemas Home-theater-in-a-box (HTIB)
Esta es otra instancia más donde el nombre lo dice todo. Un sistema home-theater-in-a-box (HTIB) incluye todo lo que necesitarías para una configuración de sonido envolvente –incluido un amplificador–, aunque es posible que debas comprar los cables de los altavoces por separado. Un HTIB proporciona una calidad de sonido que supera a la barra y a la base de sonido promedio, y algunos modelos incluso admiten tecnologías como Dolby Atmos.
El único “pero” a toda esta conveniencia es que estarás atrapado con lo que viene en la caja. Esto no será un problema para muchas personas, pero es posible que algunos modelos no tengan tantas entradas HDMI como podrías necesitar, y el sistema no es actualizable. También estarás haciendo más trabajo de lo que harías con una barra de sonido o una base de sonido, ya que necesitarás conectar los cables a todos los altavoces.
Si estás buscando una experiencia de sonido envolvente completa para tu sistema de cine en casa, pero no desea pasar horas eligiendo un receptor AV y comparando altavoces, un Home-theater-in-a-box es una opción viable. El precio también es flexible, con buenos modelos disponibles desde un par de cientos de dólares hasta $1,000 y más.
Conclusión
Como suele ser el caso, lo que es mejor para ti dependerá en gran medida de tus necesidades y deseos. Primero, considera cuál será el uso principal que le darás a los altavoces o parlantes; luego, piensa en la habitación en la que van a estar, no solo en cuanto a decoración, sino a cómo encajarán. Los altavoces que estás considerando ¿serán demasiado grandes o pequeños para la sala? También querrás decidir qué características son importantes para ti. ¿Quieres algo que sea extremadamente simple, o algo más versátil? ¿Es importante la conexión wifi o Bluetooth? ¿Es mejor con cable o inalámbrico?
Finalmente, ten claro tu presupuesto y sal a comprar. Si no sabes dónde comenzar, echa un vistazo a nuestra lista de los mejores altavoces del mercado. ¿Estás buscando un receptor AV? Pues tenemos una guía de compra para ellos también. Ya estás informado. Ahora, decide y disfruta.