Una situación nunca antes documentada entregaron astrónomos del Centro de Astrofísica | Harvard & Smithsonian (CfA) y autor principal de un nuevo estudio que analiza un verdadero «eructo» de un agujero negro.
En octubre de 2018, una pequeña estrella fue destrozada cuando vagó demasiado cerca de un agujero negro en una galaxia ubicada a 665 millones de años luz de distancia de la Tierra. Tres años después, en 2022, estos científicos están detectando cómo comenzó a expulsar material.
«Esto nos tomó completamente por sorpresa: nadie había visto algo como esto antes», dice Yvette Cendes, investigadora asociada.
El equipo concluye que el agujero negro ahora está expulsando material que viaja a la mitad de la velocidad de la luz, pero no están seguros de por qué el flujo de salida se retrasó varios años. Los resultados, descritos esta semana en el Astrophysical Journal, pueden ayudar a los científicos a comprender mejor el comportamiento de alimentación de los agujeros negros, que Cendes compara con «eructar» después de una comida.
El equipo detectó el estallido inusual mientras revisaba los eventos de interrupción de marea (TDE), cuando las estrellas invasoras son tragadas por agujeros negros, que ocurrieron en los últimos años.
Edo Berger, profesor de astronomía en la Universidad de Harvard y coautor del nuevo estudio, comentó que «esta es la primera vez que hemos sido testigos de un retraso tan largo entre la alimentación y la salida. El siguiente paso es explorar si esto realmente sucede con más regularidad y simplemente no hemos estado mirando los TDE lo suficientemente tarde en su evolución».